Bagdad. Reuters. El Gobierno de Iraq cerró ayer la oficina del canal de televisión Al-Arabiya, en Bagdad, tras acusar a la estación de noticias con sede en Dubai de informar de manera “no profesional” y de incitar a la violencia sectaria.
Al-Arabiya rechazó las acusaciones y dijo que se ceñía a reportes precisos y objetivos.
“Hemos notado la clara intención de su canal de incitar al sectarismo y la violencia”, según un comunicado del gabinete del primer ministro Nuri al-Maliki.
El escrito agregó que las oficinas de la cadena en Bagdad permanecerán cerradas durante un mes.
“Cerrar Al-Arabiya por un mes es una advertencia a la conducta no profesional de sus corresponsales al cubrir eventos en Iraq”, dijo el portavoz del Gobierno iraquí, Ali Dabbagh, a la televisión estatal.
Alertas. El gobierno sostuvo que ya había enviado otras advertencias al canal con anterioridad, en las que pedía “rectificar” sus reportes, pero que fueron ignoradas.
La organización Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, calificó la medida de “lamentable” y dijo que “los iraquíes, sobre todo, necesitaban información libre”.
“Sabemos que las autoridades iraquíes a veces encuentran que es difícil tolerar ciertos comentarios hechos por estas cadenas árabes, como Al-Arabiya; a veces pueden ser muy críticas respecto de las autoridades iraquíes”, dijo el portavoz Jean-François Julliard.
El principal rival de Arabiya en la transmisión satelital de noticias, Al-Yazira, con sede en Qatar, continúa prohibida en Iraq tras una medida impuesta hace dos años por el gobierno interino respaldado por Estados Unidos.