EscucharTel Aviv. El ejército de Israel anunció el miércoles la finalización de la operación de dos días en Yenín, una ciudad de Cisjordania ocupada, la cual resultó en la trágica pérdida de la vida de 12 palestinos y un soldado israelí, y provocó hostilidades en la Franja de Gaza.
Este operativo, el más importante llevado a cabo en el territorio ocupado por Israel desde 1967, inició el lunes con el despliegue de cientos de soldados, drones y excavadoras del ejército.
“La operación ha concluido oficialmente y los soldados han abandonado la zona de Yenín”, informó una portavoz militar, añadiendo que las tropas comenzaron su retirada el martes por la noche.
Durante el asalto al campo de refugiados de Yenín, donde se esconden terroristas en medio de personas inocentes, fallecieron doce personas encargadas de llevar atentados y un soldado israelí, además de haber dejado cien palestinos heridos, según el ministerio palestino de Sanidad.
Esta ciudad y su campo de refugiados, considerados como bastiones de grupos armados palestinos y hogar de 18,000 personas, han sido frecuentemente objeto de operaciones por parte de las fuerzas israelíes.
El miércoles, mientras los residentes del campo inspeccionaban los daños causados por los combates, tales como edificios agujereados, vehículos aplastados y casquillos de bala en el suelo, miles de personas se congregaron para participar en la procesión fúnebre de los palestinos fallecidos, según observó esta agencia.
La multitud entonaba cánticos de sacrificio en honor a los mártires mientras los militantes armados disparaban al aire.
El primer ministro derechista de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que Yenín y su campo de refugiados eran un “nido de terroristas” y que harían todo lo necesario para “erradicarlo”. En contraste, la ministra palestina de Sanidad, Mai al Kaila, calificó la operación israelí como una “agresión que desafía las leyes internacionales”.
Cohetes y bombardeos en Gaza
La redada desencadenó un intercambio de hostilidades en Gaza, desde donde se lanzaron cinco cohetes hacia Israel. Sin embargo, las fuerzas armadas lograron interceptarlos, informó el ejército el miércoles.
En respuesta, Israel llevó a cabo bombardeos contra una fábrica de armas subterránea perteneciente a Hamás y una planta de producción de materias primas para cohetes.
Por otro lado, una fuente de seguridad palestina afirmó que el ataque impactó un centro militar del movimiento palestino Hamás, que actualmente gobierna en Gaza, sin causar heridos.
En la víspera, un atropello múltiple en Tel Aviv dejó siete heridos, dos de los cuales se encuentran en estado grave y han sido hospitalizados. El autor del atropello, residente en Cisjordania, fue abatido por un transeúnte, según informó el jefe policial Yaakov Shabtai, quien lo calificó como un “terrorista”.
Hamás celebró el ataque como una “primera respuesta a los crímenes cometidos contra nuestro pueblo en el campo de Yenín”.
La violencia está en aumento en el norte de Cisjordania, donde se producen incursiones casi a diario por parte de las fuerzas israelíes. Además, se han incrementado los ataques palestinos contra israelíes, así como los perpetrados por colonos israelíes contra la población árabe.
Batalla “heroica”
El ejército israelí informó que el operativo impactó un “centro de operaciones conjuntas” perteneciente a un grupo armado local, la Brigada de Yenín, así como otros objetivos que incluyen seis talleres de fabricación de explosivos.
En un comunicado emitido el miércoles, las fuerzas armadas también anunciaron la detención de 30 sospechosos y la confiscación de armas y dinero destinados a financiar actividades terroristas.
Según se detalla, estas incautaciones se llevaron a cabo en apartamentos ocultos, una mezquita, pozos camuflados en zonas civiles, salas de comando militar y vehículos.
El grupo palestino Yihad Islámico elogió el miércoles la “heroica” batalla de Yenín y advirtió a Israel que Yenín y su campo continuarán siendo un terror que les persigue.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, hizo un llamado al cese de la violencia en Israel y en Cisjordania, la cual ha aumentado en los últimos meses.
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Desde principios de año, la violencia asociada a este conflicto ha dejado al menos 190 palestinos muertos, 26 israelíes, una ucraniana y un italiano, según un recuento basado en fuentes oficiales.
Estas estadísticas incluyen a combatientes y civiles palestinos, incluyendo menores, mientras que del lado israelí, la mayoría de las víctimas son civiles, incluyendo menores, y también tres miembros de la minoría árabe.
