Israel dio un plazo de 12 horas al presidente palestino, Yaser Arafat, para que arreste a una treintena de integristas a los que este país responsabiliza de la última ola de atentados suicidas.
El plazo habría sido acordado entre el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, y el líder palestino, en una conversación telefónica.
Arafat aprovechó la oportunidad para quejarse de que los masivos bombardeos aéreos en Cisjordania y Gaza impiden que sus fuerzas puedan arrestar a integristas, según las fuentes israelíes.
Sin embargo, representantes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) rechazaron el ultimátum israelí.
Posteriormente, el ejército israelí anunció la suspensión por un tiempo indefinido de sus operaciones en Gaza y Cisjordania para ver "qué hace Arafat en contra de los terroristas".
Límite a la violencia
Peres habló con Arafat en dos ocasiones sobre la grave situación en la zona, no sin antes darle un lapso de 12 horas (que venció hoy en la madrugada) para que "capture a los integristas culpables de la violencia".
Hasta ahora la ANP ha arrestado a más de un centenar de integristas islámicos, entre ellos el líder espiritual y fundador del movimiento radical islámico Hamas, el jeque Ahmed Yassin, quien se encuentra bajo arresto domiciliario en Gaza.
En protesta, miembros de Hamas dispararon contra los oficiales que custodiaban su residencia.
El ministro israelí también envió a Arafat una lista con los nombres de más 30 integristas islámicos que este país pide que sean arrestados y a los que considera principales responsables de los atentados del pasado fin de semana en Jerusalén y Haifa.
La espiral de violencia se ensanchó ayer tras el atentado suicida de un palestino ayer en la mañana en una zona céntrica de Jerusalén.
En el lugar murió su autor del grupo integrista Yihad Islámica y unos ocho israelíes resultaron heridos.
Entre tanto, los enviados especiales de Estados Unidos y la Unión Europea, Anthony Zinni y Miguel Ángel Moratinos, respectivamente, continúan los contactos entre ambas partes a fin de que ambos busquen las "maneras de abandonar el camino de la violencia".