Washington. Para entender el legado que dejó el acuerdo de paz Esquipulas II, primero hay que “analizar las fuerzas que produjeron ese documento”.
Esta frase del ex presidente Óscar Arias sintetiza su discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) , donde líderes y académicos conmemoraron ayer los 25 años de los acuerdos de paz suscritos en Guatemala.
En la reunión se hizo un llamado para lograr nuevos pactos regionales para hacer frente a la inequidad social y el crimen organizado, pero renovando el espíritu de las negociaciones de los 80, donde primó la voluntad política.
El expresidente de Guatemala Vinicio Cerezo expuso su idea de promover un “Esquipulas III” que se encargue de los temas pendientes de los acuerdos anteriores, los cuales se han agudizado en las últimas décadas: inequidad social, marginación de grupos étnicos, mujeres y jóvenes.
“Se necesita concertación para enfrentar los nuevos retos. Será imposible consolidar el pluralismo logrado hace 25 años, si no estamos listos para dar pasos hacia adelante”, manifestó Cerezo.
Sobre esa iniciativa, Óscar Arias se declaró escéptico de buscar más reuniones y organismos de discusión política.
“No estoy muy seguro de eso (Esquipulas III). Hay muchos temas pendientes y sí hay que hacer una agenda, como lo manifestó el expresidente Cerezo, pero ya estamos llenos de reuniones y organismos regionales en Centroamérica y el mundo. Lo que ha faltado es voluntad política”, puntualizó.
Para el premio Nobel de Paz 1987, los problemas de Centroamérica al término de la Guerra Fría son fundamentalmente internos, y en el tema del narcotráfico será muy difícil avanzar sin la colaboración de Estados Unidos.