Washington. El asesinato del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en un ataque del ejército israelí cerca de Beirut es “una medida de justicia por sus numerosas víctimas, entre ellas miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses”, dijo el sábado el presidente de Estados Unidos Joe Biden.
Washington “apoya plenamente el derecho de Israel a defenderse contra el Hezbolá, Hamás, los huties y cualquier otro grupo terrorista respaldado por Irán”, añadió el mandatario en un comunicado.
Biden dijo haber ordenado al secretario de Defensa que “mejorara aún más la postura de defensa de las fuerzas militares estadounidenses en la región de Oriente Medio para disuadir una agresión y reducir el riesgo de una guerra regional más amplia”.
La declaración del presidente se produce en momentos en que el Departamento de Estado ordenara a los familiares de sus diplomáticos en Beirut evacuar la capital libanesa y autorizara la salida de parte del personal “debido a la volátil e impredecible situación de seguridad” en esa ciudad.
La cancillería también instó a los ciudadanos estadounidenses a irse del país “mientras las opciones comerciales aún estén disponibles”.
Por su parte, la vicepresidenta de Estados Unidos y candidata republicana a la Casa Blanca, Kamala Harris, calificó el sábado como “terrorista” al jefe del Hezbolá.
“Hoy las víctimas del Hezbolá tuvieron una medida de justicia” y “siempre apoyaré el derecho de Israel a defenderse”, agregó Harris.
Sucesor de Nasralá al frente de Hezbolá
Hashem Safieddine, una figura destacada del movimiento islamista libanés Hezbolá muy estrechamente vinculado a Irán, se perfila como el posible sucesor de su primo Hasán Nasralá.
El Consejo de la Shura, la más alta instancia del partido, deberá elegir próximamente al sucesor de Nasralá, muerto a los 64 años.
Safieddine es “el candidato más probable” de ganar esta elección, afirmó a AFP una fuente cercana al movimiento chiita proiraní.
Hasta entonces, el actual número dos de Hezbolá, Naim Qasem, asumirá las riendas del grupo.
Safieddine, primo de Nasralá, comparte un sorprendente parecido físico con el fallecido líder de Hezbolá, pero es varios años menor.
Este dirigente mantiene estrechos vínculos con Irán, donde cursó sus estudios religiosos. Su hijo está casado con Zeinab, la hija del poderoso general iraní Qasem Soleimani, muerto en 2020 en un bombardeo estadounidense en Irak.
Soleimani era el jefe de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, que se encargan de las operaciones en el exterior.
Safieddine es uno de los miembros más importantes del Consejo de la Shura y, al igual que Nasralá, porta el turbante negro de los Sayed, un signo con el que se identifican los descendientes del profeta Mahoma.
El posible nuevo líder de Hezbolá fue catalogado como “terrorista” por el Departamento de Estado estadounidense en mayo de 2017, así como por Arabia Saudita.
“Desde hace varios años, corre el rumor de que Hashem Safieddine es el candidato más probable para suceder” a Hasán Nasralá, afirma Amal Saad, especialista de Hezbolá y maestra de conferencias en la Universidad de Cardiff.
Entre las condiciones que se necesitan para liderar el partido, explica la investigadora, hay que “ser miembro del Consejo de la Shura”, que está formado por siete personas, y “ser una personalidad religiosa”.
Safieddine tiene “mucha autoridad”, afirma, “lo que lo convierte en el candidato más fuerte”.
Al contrario que Nasralá, al que se veía poco en público desde la guerra entre Israel y Hezbolá en 2006, Safieddine es la cara visible de la formación en numerosos actos políticos y religiosos.
Aunque tiene un temperamento tranquilo, endureció el tono de su retórica durante los funerales de los comandantes asesinados por Israel.
“En nuestra resistencia (sic) cuando un comandante se convierte en mártir, otro retoma la bandera (sic) con fuerza y determinación”, declaró en el funeral del comandante Mohamed Neemeh Naser, muerto en un bombardeo israelí en el sur de Líbano.
Hasán Nasralá sucedió en 1992 a Abás Musawi, asesinado también por Israel.
“Sayed Hasán Nasralá se reunió con sus compañeros mártires (...) cuya marcha encabezó durante casi treinta años”, anunció el sábado Hezbolá al confirmar la muerte de su jefe.
Hezbolá, financiado y armado por Irán, fue creado en 1982 durante la guerra civil en Líbano, a iniciativa de los Guardianes de la Revolución de Irán.