EscucharWashington. John Thune fue elegido este miércoles como jefe de filas de los republicanos en el Senado de Estados Unidos, en sustitución de Mitch McConnell, quien ocupó el cargo durante 17 años.
El senador, un republicano tradicionalista, derrotó en una votación secreta a Rick Scott, el candidato respaldado por el entorno de Trump y el multimillonario Elon Musk.
La elección de Thune, senador desde 2005, marca el fin de la era McConnell.
LEA MÁS: Joe Biden recibe a Donald Trump en la Casa Blanca en un regreso histórico
Líder de los republicanos desde 2007, McConnell, experto en los entresijos del poder, encabezó la oposición a las políticas de la administración demócrata de Barack Obama (2009-2017) y apoyó a Trump, quien asumió el poder en enero de 2017.
En los últimos años, McConnell se destacó como uno de los principales defensores de la ayuda estadounidense a Kiev, enfrentándose a un partido que, impulsado por Trump, adoptaba posiciones cada vez más aislacionistas.
John Thune también respaldó los gigantescos paquetes de ayuda para Ucrania, aunque no especificó si mantendrá esta postura en un eventual nuevo mandato de Trump.
Durante años, McConnell reivindicó el apodo de “sepulturero” por su empeño en frustrar las esperanzas de sus rivales demócratas.
En el Senado, impulsó una agenda conservadora, destacando el nombramiento de magistrados de la Corte Suprema que revocaron la protección constitucional del aborto en 2022.
Siempre cultivó una imagen austera, con trajes que evocan un estilo de los años 1970.
LEA MÁS: Donald Trump designa piezas clave de gabinete sin esperar confirmación del Senado
Durante la presidencia del demócrata Joe Biden, a quien conoce bien por haber trabajado junto a él en el Senado, McConnell colaboró en la aprobación de varios proyectos de ley bipartidistas.
En marzo, el senador fue hospitalizado tras una caída durante una cena, que le provocó una conmoción cerebral, una costilla rota y casi seis semanas de baja laboral.
Este incidente reavivó las críticas sobre el envejecimiento de la clase política estadounidense, a menudo calificada de gerontocracia, pero McConnell rechazó categóricamente la idea de renunciar.
