Washington. Hunter Biden, hijo del presidente de los Estados Unidos Joe Biden, fue declarado culpable por posesión ilegal de armas de fuego.
Hunter, de 54 años, fue acusado de mentir sobre su consumo de drogas para adquirir una pistola en 2018.
El juicio se desarrolló cuando su padre busca la reelección y menos de dos semanas después de la sentencia de culpabilidad por cargos de fraude empresarial contra Donald Trump, el probable candidato presidencial republicano en noviembre.
El lunes, los fiscales y el equipo de defensa de Hunter Biden presentaron sus alegatos finales y el jurado se reunió durante alrededor de una hora.
Retomaron las discusiones este martes poco después de las 9:00 a. m., hora local.
Hunter Biden no declaró durante la semana que duró el juicio celebrado en Wilmington (Delaware), su ciudad natal.
La primera dama, Jill Biden, asistió al juicio varios días. El presidente no se presentó pero dijo que él y su esposa estaban “orgullosos” de su hijo.
“Como presidente no hago ni haré comentarios sobre casos federales pendientes, pero como padre, tengo un amor infinito por mi hijo, confianza en él y respeto por su fortaleza”, dijo Biden en un comunicado.
El proceso, junto con otro caso en el que Hunter se enfrenta a cargos de evasión fiscal en California, complica los esfuerzos de los demócratas por mantener el foco en Trump, el primer expresidente en ser declarado culpable de delitos penales.
Además de ser una distracción política, los problemas legales de Hunter Biden reabrió viejas heridas familiares.
Su hermano Beau murió de cáncer en 2015 y su hermana Naomi falleció cuando era niña, en 1972, en un accidente automovilístico en el que también murió su madre, Neilia, la primera esposa del presidente y madre de los tres.
Hunter, un abogado formado en Yale y lobista convertido en artista está acusado de declarar falsamente, al comprar un revólver calibre 38 en 2018, que no consumía drogas ilegales.
También se le imputa el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, que tuvo en su poder durante once días tras la compra.
El hijo del presidente, que ha escrito profusamente sobre su adicción, afirmó que en el momento en que compró el revólver no se consideraba adicto. Hunter asegura que desde 2019 no ha consumido drogas.
Si es declarado culpable, se enfrenta a una pena de hasta 25 años de prisión, aunque se espera una sentencia más leve, incluso sin cárcel, por no tener antecedentes penales.