Seúl. El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, no podrá salir del país, informó este lunes el Ministerio de Justicia. Esto ocurre menos de una semana después de generar una crisis política al imponer una ley marcial de corta duración.
Yoon envió fuerzas especiales y helicópteros al Parlamento la noche del 3 de diciembre. Los legisladores derogaron su decreto tras superar un bloqueo militar.
El presidente, de 63 años, evitó una destitución impulsada por los diputados, mientras decenas de miles de personas protestaban exigiendo su renuncia.
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Bae Sang-up, responsable de inmigración del Ministerio de Justicia, confirmó la prohibición de salida para el presidente en una audiencia parlamentaria.
Yoon generó una crisis política con su intento de socavar el mando civil mediante una ley marcial vigente por seis horas. Los legisladores lograron ingresar al Parlamento y votar para revocar la medida.
También tienen prohibido salir del país el exministro de Defensa Kim Yong-hyun, quien está detenido, y el exministro del Interior Lee Sang-min. Además, el general Park An-su, encargado de la operación de ley marcial, y el comandante de contrainteligencia Yeo In-hyung enfrentan la misma restricción.
Acusaciones de golpe de Estado
La oposición surcoreana acusó al partido gobernante de ejecutar un “segundo golpe de Estado” al negarse a impulsar un juicio político contra Yoon Suk Yeol por declarar la ley marcial.
“Esto es un acto ilegal e inconstitucional. Representa una segunda insurrección y un golpe de Estado”, declaró el líder del Partido Democrático, Park Chan-dae.
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Según la Constitución de Corea del Sur, el presidente es jefe de gobierno y comandante en jefe del ejército. Si es incapacitado o renuncia, el poder pasa al primer ministro de forma interina hasta nuevas elecciones.
Park calificó como “violación constitucional” el hecho de que Yoon permanezca en el cargo mientras delega sus funciones al primer ministro, quien no fue electo democráticamente.