Los separatistas albaneses de Kosovo decidieron mantener la fecha del 22 de marzo para la celebración de las elecciones generales (no reconocidas por Belgrado) en la provincia, mientras Estados Unidos y la Unión Europea mantuvieron su presión por una salida negociada a la primera crisis después de la guerra de Bosnia.
La comisión electoral convocó a los partidos políticos a presentar antes del martes a medianoche las listas de sus candidatos a la comisión electoral.
Estas elecciones habían sido convocadas en diciembre por el "presidente" de los albaneses de Kosovo, Ibrahim Rugova, elegido "presidente de la República de Kosovo" (autoproclamada) durante unos primeros comicios celebrados en mayo de 1992 en la semiclandestinidad.
Rugova y Luleta Pula-Beqiri, jefe del partido socialdemócrata de Kosovo, son por el momento los dos únicos candidatos a la "presidencia" del Kosovo.
Tanto Estados Unidos como "Los Quince" países miembros de la Unión Europea han advertido a los separatistas albaneses de Kosovo que rechazan su lucha independentista.
A la vez realizan gestiones ante el Gobierno de Belgrado para privilegiar una salida pacífica a la crisis de Kosovo.
El plan de la UE consiste en el envío de una carta al líder albanés kosovar Ibrahim Rugova en la que subraya el rechazo a la independencia de la provincia serbia y recalca que los "quince" apoyan un incremento de la autonomía de la zona.
Se vence plazo
Las autoridades de Washington recordaron que ayer se cumplía el quinto de los 10 días de plazo que los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de Contacto (EE. UU., Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Rusia) dieron a Serbia para resolver la crisis de Kosovo.
El gobierno de Belgrado deberá retirar a la policía de Kosovo y comenzar un proceso de paz dialogado, indicó James Rubin, portavoz del Departamento de Estado.
Los países del Grupo de Contacto examinarán el próximo 25 de marzo, en Washington, si el presidente federal yugoslavo, Slobodan Milosevic, ha avanzado en el cumplimiento de esas peticiones.
La secretaria de Estado, Madeleine Albright, insistió en que "la única manera efectiva de parar la violencia en esa región es actuando con firmeza, unidad y rapidez".
Ante la posibilidad de que las autoridades yugoslavas no cumplan con las demandas del Grupo de Contacto, los países que lo integran están trabajando en las sanciones que recaerían sobre el Gobierno de Milosevic.