SANTIAGO (AFP) La Comisión Ballenera Internacional (CBI), que congrega a 80 países, se reúne en Chile desde el lunes para analizar el estado de las poblaciones de ballenas y delfines y debatir una eventual reapertura de la caza comercial de los grandes cetáceos que está vigente desde 1986.
La organización internacional se reúne todos los años, rodeada siempre de controversia entre países conservacionistas y aquellos que históricamente han sido partidarios de reabrir la caza comercial de la ballena, encabezados por Japón, Islandia y Noruega.
En vísperas de la reunión organizaciones conservacionistas como Greenpeace, IFAW o WSPA alertaron sobre nuevos intentos de Japón para autorizar la captura de ballenas, más allá de fines científicos, a través de una eventual petición para explotarla en cuatro áreas costeras.
Milko Schvartzman, coordinador de campaña de océanos en América Latina de Greenpeace, explicó que aún no estaba claro qué propuesta presentará Japón durante la reunión que se inicia el lunes, aunque se presume que insistirá en su postura histórica de permitir el comercio de las ballenas.
Beatriz Bugeda, del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales y su Hábitat (IFAW, en inglés), aseguró por su parte que Japón volverá a insistir en Chile en su propuesta sobre la caza de ballenas.
Esta vez, explicó Bugeda, presuntamente lo hará con una propuesta para que se vote una resolución que autorice la caza de los cetáceos en cuatro áreas costeras, con el argumento de que sus comunidades históricamente han consumido y explotado los recursos de las ballenas.
El delegado japonés ante la CBI, Joji Morishita, no confirmó la presentación de la propuesta en una reciente entrevista con el diario El Mercurio de Santiago, aunque validó la postura favorable de Japón para la caza comercial del cetáceo.
Morishita explicó que para su país el consumo de carne de ballena es una tradición milenaria, que debería ser respetada en el resto del mundo. "Es un asunto de aceptar la coexistencia de las diferentes culturas", señaló.
El delegado japonés precisó además que ellos no promueven la apertura de la caza de todas las especies de ballenas, sino de aquellas cuyas poblaciones son abundantes.
"A menudo la gente que se opone a la caza dice que las ballenas están en peligro, pero es como decir que las aves están en peligro", señaló.
En el marco de la reunión en Santiago se discutirá también la creación de un santuario ballenero en el Atlántico sur, que abarca desde la línea del Ecuador hasta el paralelo 60 en la Antártida.
La iniciativa es promovida por el llamado Grupo de Buenos Aires, y busca crear una gran área de protección donde para siempre esté prohibida la caza de ballenas, promoviendo además el avistamiento de los cetáceos con fines turísticos.
"La importancia de la creación de un santuario en el Atlántico sur permitirá proteger de la cacería indiscriminada a especies clave para el avistaje en la región, como son las ballenas jorobadas y franca", dijo Beatriz Bugeda.
Para ser aprobada la propuesta necesita el 75% de los votos. En la reunión anterior no se lograron los sufragios.
El grupo conservacionista está compuesto por Argentina, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú, y Uruguay.
Además de este santuario, se espera para este lunes una declaración oficial de Chile para decretar como zona protegida sus aguas jurisdiccionales, que se extienden por 4.500 kms de costa.
Este domingo, unas 2.000 personas se congregaron en un parque en Santiago para formar una enorme ballena que fue fotografiada desde el aire. La manifestación fue convocada por organizaciones ligadas a la defensa de los cetáceos como The Whaleman Foundation, el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF) y los chilenos Centro Ballena Azul y la fundación Terram, entre otras.
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