Víctor Yushchenko, el candidato opositor ucraniano, acusa desde setiembre al poder de haberlo envenenado; los médicos no han podido determinar las causas de la misteriosa enfermedad que lo ha desfigurado.
El 10 de setiembre, Yushchenko fue hospitalizado en estado grave en una clínica de Viena. Según el doctor Michael Zimpfer, jefe de la unidad de cuidados intensivos, el político ucraniano sufre “una enfermedad gastrointestinal aguda que afecta también al hígado y al pancreas”.
Sin embargo, sus partidarios empezaron a hablar de envenenamiento y a partir de entonces, se sucedieron las acusaciones.
Los medios afines a la oposición subrayan que Yushchenko enfermó después de reunirse con responsables del SBU (antigua KGB) y consideran que fue víctima de una estrategia para alejarlo de la campaña electoral.
Tras permanecer ocho días hospitalizado, el político regresó a Kiev y declaró ante el Parlamento, pálido y con el rostro lleno de marcas, que la intoxicación no tenía nada “de cocina en el sentido literal de la palabra sino de cocina política ucraniana en la que se ordenan asesinatos”.
Los médicos austríacos se retractaron del diagnóstico inicial una semana después. La clínica dijo ser incapaz de dar un diagnóstico definitivo.
La Fiscalía General ucraniana, que comenzó una investigación, y la comisión de investigación creada por el Parlamento dijeron a principios de octubre que nada demuestra un acto criminal.
¿Bioterrorismo?
Tras una segunda hospitalización de Yushchenko a principios de octubre, la clínica austríaca pidió ayuda a especialistas extranjeros reconociendo su inexperiencia en “bioterrorismo”.
La polémica resurgió y el presidente ucraniano, Leonid Kuchma, ordenó una investigación. El 22 de octubre, la Fiscalía concluyó que la enfermedad del oponente es una “infección herpética viral” basándose en las conclusiones de expertos médicos ucranianos.
Yushchenko, candidato pro-occidental, declaró el martes en el diario Nezavisimaya Gazeta que “todo el mundo ve” en su rostro el precio que se paga por derrotar al poder.