CARACAS (AFP) - La señal de la pionera Radio Caracas Televisión (RCTV) se extinguió en la medianoche del domingo poniendo fin a sus 53 años de historia, al expirar su concesión que el presidente venezolano Hugo Chávez decidió no renovar acusándola de "golpista".
Tomados de la mano sus empleados cantaron el himno nacional antes de que se ennegreciera la pantalla de RCTV.
Unos 20 minutos después, comenzó a emitir la nueva televisora estatal TVes con el himno nacional venezolano a cargo del coro y la orquesta sinfónica juvenil dirigidos por el venezolano Gustavo Dudamel, actual director de la sinfónica de Los Angeles.
Antes de que se extinguiera la señal de RCTV, el presidente del canal, Marcel Granier, se declaró seguro de que "en Venezuela, la democracia y RCTV regresarán".
La policía metropolitana no toleró ninguna alteración del órden público y disolvió manifestaciones de protesta en varios puntos de la ciudad, en particular una gran concentración de miles de personas delante de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), después que se produjeron algunos disparos de armas de fuego.
Entre 70% y 80% de los venezolanos discrepan con la decisión del gobierno, según las encuestas.
Las pantallas de RCTV difundieron a lo largo del día un maratónico programa de despedida denominado "Un amigo es para siempre".
Chávez, que el sábado hizo uso por tercer día consecutivo de una cadena obligatoria de radio y televisión, dijo que la medida fue adoptada por él personalmente. "Decidí no renovar la concesión, me correspondió a mí" como Jefe de Estado, subrayó.
Volvió a cuestionar el "comportamiento de esa televisora privada, la actitud, el atropello permanente contra la moral pública (...) Esa televisora se convirtió en una amenaza para el país, para los niños, para las niñas".
En una conferencia de prensa en el canal, Granier no descartó la posibilidad de seguir emitiendo con otra tecnología, pero dijo que "el gobierno está presionando a las empresas de cable y satélite para que nos saquen del aire".
RCTV se apagó con el aplauso de la televisora estatal Venezolana de Televisión (VTV), el silencio de sus competidoras privadas de alcance nacional, Televen y Venevisión, y la solidaridad de Globovisión, un canal de información continua de alcance limitado, también de línea opositora.
Granier denunció las medidas que "privilegian a otros y discriminan a RCTV" y que son consecuencia de "intereses mercantilistas que protegen turbias complicidades y negociados", aseguró.
Venevisión, del magnate Gustavo Cisneros también dueño de Direct TV América Latina y concuñado de Granier, obtuvo la renovación de su concesión que también vencía este domingo. Después del referendo que en 2004 confirmó a Chávez en la presidencia, Venevisión abandonó la confrontación y adoptó una postura neutral.
"Sí, creo que la línea editorial de un medio y la cantidad de publicidad que recibe del gobierno nacional tiene mucho que ver con la renovación del servicio", enfatizó Granier.
El director de Ultimas Noticias, el diario venezolano de mayor tiraje, Eleazar Díaz Rangel, escribió el domingo que la medida del gobierno sólo afecta "la libertad que han tenido los dueños de RCTV a informar lo que han creído importante y a no informar lo que, siendo importante, no convenía a sus negocios o intereses político-empresariales".
El diario El Nacional, en un editorial publicado en su primera página bajo el título de "Poder sin límites", afirmó que la medida del gobierno marca "el fin del pluralismo" en Venezuela y denunció "el creciente monopolio de la información ejercido a través de los medios audiovisuales en poder del Estado".
© 2007 AFP