Según un sondeo realizado por el instituto BVA, un 49% de los franceses desea que el primer ministro siga en su puesto, mientras que un 6% no se pronuncia.
A principios de abril, Villepin solo recibía 28% de opiniones favorables, es decir, 14 puntos porcentuales menos que a finales de febrero, según este sondeo que será publicado el jueves en el semanario L'Express .
En total, el 64% asegura tener una mala opinión del jefe de gobierno, es decir, un 18% más que hace un mes.
Las huelgas y protestas consiguieron suspender el polémico Contrato del Primer Empleo y anular políticamente a De Villepin, cada día más debilitado frente a su rival, Nicolas Sarkozy, convertido en el hombre fuerte.
A un año de las elecciones presidenciales, en las que Villepin y Sarkozy, titular de Interior, compiten por ser el candidato del gran partido de derecha Unión por un Movimiento Popular (en el poder), esta crisis ha trastornado el panorama político en el país.