Kabul. AFP. La rehén italiana Clementina Cantoni, secuestrada el 16 de mayo en Kabul, fue liberada ayer y entregada a las autoridades afganas, anunciaron fuentes oficiales.
El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Gianfranco Fini, confirmó la liberación de su coterránea y aseguró que no se pagó por el rescate de la joven de 32 años.
Añadió en una entrevista en la televisión pública italiana que Cantini llegaría hoy a Italia.
"Clementina dispone de buena salud y se encuentra actualmente bajo protección de nuestras autoridades diplomáticas", declaró una fuente del Ministerio de Exteriores italiano que pidió el anonimato.
En una conferencia de prensa, el ministro afgano del Interior, Ali Ahmed Jalali, confirmó la liberación de Clementina. "Ella se encuentra actualmente en el Ministerio del Interior", añadió, sin más detalles sobre su liberación.
"Estoy contento de poder anunciar que esta tarde hemos podido liberar a Clementina, que fue secuestrada hace 24 días. Es el resultado de 24 días de negociación por parte del Ministerio del Interior", declaró Jalali.
Cumplido. "Hemos seguido las reglas del Gobierno afgano, que prohíbe cualquier negociación con los secuestradores. No hemos pagado un rescate", afirmó.
Por su parte, la portavoz de la ONU en Afganistán, Ariane Quentier, se declaró muy feliz por esta liberación. "Siempre seguimos de cerca este secuestro, y espero que esté sana y salva".
Clementina Cantoni, de 32 años, trabajaba en Afganistán desde marzo de año 2002 para Care International, una de las más importantes ONG de ayuda al desarrollo en el mundo, con 12.000 trabajadores activos en más de 70 países.
La italiana fue secuestrada por desconocidos armados cuando circulaba con un chofer y una amiga por el barrio Qala e Mosa de Kabul.
La joven dirigía desde setiembre del 2003 un programa de distribución de alimentos y microproyectos de comercio para unas 11.000 viudas de Kabul y sus hijos.
El presunto jefe de los secuestradores, Timur Shah, amenazó varias veces con matarla. Sus reivindicaciones eran poco claras, pero fuentes oficiales indicaron que exigía la liberación de su madre, encarcelada por razones criminales.
Clementina trabajaba en Afganistán desde marzo de 2002 para Care International, una ONG dedicada al desarrollo internacional.