Caracas. AFP. El líder sindical Carlos Ortega y tres militares acusados de conspiración contra el presidente Hugo Chávez, en el fallido golpe de Estado de abril del 2002, se fugaron de una cárcel militar, confirmó el fiscal General de Venezuela, Isaías Rodríguez.
"La fuga pudo haberse producido en horas de la madrugada de hoy (domingo)" de la cárcel militar, confirmó Rodríguez a la cadena estatal Venezolana de TV.
El alto funcionario detalló el escape del "dirigente sindical de la CTV (Central de Trabajadores de Venezuela) y tres militares", de la cárcel militar de Ramo Verde, localizada a 30 km este de Caracas, adscrita al ministerio de Defensa.
Rodríguez dijo que los fugados "tuvieron alguna responsabilidad en un intento de asesinato del presidente de la República", durante el golpe del 2002, que desalojó del poder a Chávez por 47 horas.
Los militares en fuga son el coronel Darío Farías, su hermano Jesús Farías y su sobrino Rafael Ángel Farías.
Por su parte, Ortega fue una de las cabezas visibles del paro petrolero contra el presidente Hugo Chávez entre el 2002 y el 2003 que provocó pérdidas por 14.000 millones de dólares. Está acusado de rebelión civil, instigación a delinquir y uso de documento público falso.
Prófugo desde febrero del 2003, Costa Rica le concedió asilo, pero en el 2004 le fue revocado por violar las condiciones y regresó a Venezuela el 15 de agosto de ese año, cuando se celebró un referendo revocatorio ganado por Chávez.
El líder opositor fue detenido en marzo del 2005 cuando jugaba bingo en un casino de Caracas.
El Fiscal general de Venezuela expresó su compromiso "para no dejar impune una conspiración con golpe de Estado donde una de las cabezas visibles eran Carlos Ortega, además, algunos de los militares que se fugaron".
El fiscal solicitó al vicepresidente José Vicente Rangel vigilar las embajadas para evitar un presunto pedido de asilo y el control de todos los aeropuertos.
La cadena Globovisión reportó que en esa cárcel se observaba "mucho humo en el piso cuatro" y que comandos de tres cuerpos entraban a la prisión entre detonaciones, donde se observaban reclusos en el techo que "responden lanzando objetos contundentes".
Según reportes de periodistas de la cadena algunos paramilitares detenidos en la misma cárcel intentaban amotinarse.
Los abogados de los prófugos acudieron a un programa de Globovisión para poner en duda la fuga y expresar su preocupación por la vida de sus defendidos.
El fiscal desmintió que se tratara de "una jugada para matar a los prófugos", al tiempo que "el ministerio Público garantiza la vida de estos ciudadanos, dentro del estado de legalidad, si ellos se entregan".
"Pudiera ser que la oposición por ser un año electoral propició esta fuga e intente alguna lesión contra ellos, para culpar al Estado venezolano", especuló el fiscal general.