Buenos Aires. Un grupo de 12 países del llamado Sur Global, entre ellos China y Brasil, que en mayo pasado firmaron un documento titulado “Entendimientos Comunes entre China y Brasil sobre la Solución Política de la Crisis en Ucrania”, se unieron este viernes, tras un encuentro en Nueva York, a un comunicado sobre la guerra en el que anuncian, entre otras cosas, la intención de crear un grupo de “amigos por la paz”, que busque promover entendimientos comunes para apoyar esfuerzos globales hacia la consecución de una paz duradera entre rusos y ucranianos.
El texto contó con la adhesión de, además de Brasil y China, los gobiernos de Argelia, Bolivia, Colombia, Egipto, Indonesia, Kazajistán, Kenia, Sudáfrica, Turquía y Zambia, confirmaron fuentes. México apoyó el comunicado, pero con reservas. Representantes de Francia, Suiza y Hungría participaron en el encuentro como observadores, a solicitud de sus respectivos gobiernos.
Los gobiernos de Rusia y Ucrania no fueron invitados y, según fuentes oficiales, se quejaron por no haber sido consultados sobre la iniciativa de discutir la propuesta chino-brasileña en un evento paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Brasil fue representado por el Asesor Especial de la Presidencia, Celso Amorim, y por el canciller Mauro Vieira. Al ser preguntado sobre el resultado de la reunión, Amorim dijo a O GLOBO estar “muy satisfecho”, y volvió a minimizar las recientes declaraciones del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
El comunicado defiende el aumento de la asistencia humanitaria y la protección de civiles, pero, en ningún momento, condena a ninguno de los dos países involucrados en el conflicto. El texto pide, además, que “instalaciones nucleares pacíficas y otras instalaciones energéticas” no sean objetivo de operaciones militares. En el punto 7, los países que firmaron el comunicado hacen un llamado para que no se utilicen “armas de destrucción masiva, especialmente armas nucleares, químicas y biológicas” en la guerra.
El pasado miércoles, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió a Occidente que su país podría utilizar armas nucleares si fuera atacado con misiles convencionales, y que Moscú consideraría cualquier agresión apoyada por una potencia nuclear como un ataque conjunto.
La decisión del mandatario ruso de modificar la doctrina nuclear oficial del país se tomó mientras Estados Unidos y el Reino Unido evalúan permitir que Ucrania utilice armas occidentales para atacar a Rusia, un pedido que ha sido realizado durante meses por el presidente ucraniano. — La propuesta prosperará cuando ambas partes sientan que la paz, aunque no sea la paz ideal, es mejor que la guerra — afirmó Amorim.
En un discurso en la ONU esta semana, el presidente ucraniano afirmó que “cuando algunos proponen alternativas, planes de acuerdo poco entusiastas, no solo ignoran los intereses y el sufrimiento de los ucranianos, no solo ignoran la realidad, sino que también le dan a Putin el espacio político para continuar la guerra”.
“Nada en contra de Zelensky, pero el camino que eligió ha llegado a un callejón sin salida. Queremos hacer un plan de paz” afirmó Amorim, en la víspera de la reunión.
El documento negociado este viernes expresa “profunda preocupación por la hostilidad en curso en Ucrania y por los riesgos de una nueva escalada”, además de “risgos y crisis derivadas de este conflicto, que ha causado repercusiones que afectan a muchos países, incluidos los del Sur Global”.
Los 12 países defendieron los “propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, respetando la soberanía y la integridad territorial de los Estados, respetando las preocupaciones legítimas de seguridad de los Estados y teniendo en cuenta la necesidad de defender los principios de paz, seguridad y prosperidad”. Este último punto atendió a una demanda de gobiernos europeos, que, según fuentes oficiales, cuestionaron la no mención a la Carta de la ONU en el acuerdo sellado en mayo solo por Brasil y China.
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