EscucharLos Ángeles. Concejales de Los Ángeles, la segunda mayor urbe de Estados Unidos, aprobaron este miércoles declarar a esta ciudad como “santuario” para la migración, en momentos en que las jurisdicciones liberales se preparan para el regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca.
La ordenanza, aprobada por unanimidad, prohibirá que se utilicen recursos o personal de la ciudad para implementar las leyes federales en materia migratoria.
Esto ocurre luego de que Trump nominara figuras de línea dura para aplicar la controvertida política migratoria de su gobierno. La medida muestra un claro compromiso con materializar sus promesas de campaña sobre deportaciones masivas de personas indocumentadas.
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La ordenanza llega en un contexto donde los gobiernos regionales de corte liberal en el país, liderados por el estado de California, tratan de establecer barreras contra lo que consideran podrían ser excesos durante una nueva presidencia del magnate republicano.
La votación de este miércoles incluyó una cláusula de urgencia que permitirá su entrada en vigor apenas 10 días después de que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, la promulgue.
“Hemos sido una ciudad pro-migración durante años. Sabemos que el presidente electo ve un blanco en nuestra espalda, y lo que estamos haciendo es reforzar nuestras defensas”, dijo el concejal demócrata Bob Blumenfield el mes pasado. “Estamos codificando nuestras buenas políticas para proteger a los inmigrantes”, agregó.
Trump hizo de la lucha contra la migración irregular un eje central de su campaña electoral para las elecciones de noviembre pasado. Sus seguidores con frecuencia exhibían en los actos pancartas a favor de las llamadas deportaciones masivas.
El presidente electo reiteró en sus alocuciones, sin ningún fundamento, que los migrantes sin documentos eran responsables del aumento del crimen, a pesar de que las estadísticas señalan lo contrario.
Sin embargo, la filial del Partido Republicano en Los Ángeles no demoró en criticar la decisión municipal del miércoles. “Las llamadas ciudades y estados ‘santuarios’ suenan como cálidos y acogedores, pero las protecciones que ofrecen no son para (abuelas) los que comen helado, sino para gente que entró de forma ilegal al país y cometió otros crímenes”, expresó en un comunicado.
Los Ángeles es una amalgama de culturas diferentes, ya que un amplio porcentaje de sus residentes es de primera o segunda generación de inmigrantes.
¿Qué es una ciudad santuario?
Las ciudades santuario, así como algunos estados y condados, aplican políticas que limitan su cooperación con las autoridades federales de inmigración. Esto implica que, si una persona indocumentada es detenida por la policía local, las autoridades no informarán a Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) sobre su estatus migratorio, a menos que el sospechoso haya cometido un delito grave.
Estas políticas buscan proteger a los inmigrantes de bajo riesgo frente a la deportación. También intentan fomentar la confianza entre las comunidades migrantes y las fuerzas de seguridad locales, según explicó la organización Inmigration Help a La Nación de Argentina.
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Sin embargo, esta protección no es absoluta. ICE puede realizar detenciones en cualquier lugar del territorio estadounidense. El acceso limitado a información en las ciudades santuario dificulta la labor de la agencia en comparación con las jurisdicciones que colaboran de manera abierta con las autoridades migratorias.
“El concepto de ‘santuario’ surgió como parte de un movimiento liderado por congregaciones religiosas en la década de 1980. Estas ofrecían refugio a inmigrantes perseguidos por razones políticas y sociales. Con el tiempo, esta idea se extendió a ciudades y estados, señaló el medio.
