La noche del lunes, el Gobierno de Tamaulipas informó de que un enfrentamiento entre presuntos criminales en el poblado de Abasolo dejó 18 víctimas fatales.
Un escueto texto no dio detalles sobre los fallecidos ni sobre los grupos que se enfrentaron en Abasolo, una comunidad de unos 11.000 habitantes ubicada en el centro del estado, a unos 240 km al sur de Texas (Estados Unidos).
Las cabezas estaban en la carretera y “las extremidades las encontramos en dos cajas de plástico y en bolsas negras” a un lado de un vehículo abandonado en el lugar, dijo una fuente de la Agencia Estatal de Investigaciones de Nuevo León.
Por otro lado, en Escobedo, en la zona metropolitana de Monterrey, un presunto delincuente murió en una balacera con militares en las primeras horas de ayer, informó una fuente castrense.
Desde hace más de un año, Tamaulipas y Nuevo León viven una creciente ola de asesinatos que las autoridades atribuyen a una pugna entre los anteriormente aliados carteles del Golfo y Los Zetas, liderado por exmilitares de élite.
Estos grupos están entre las siete principales organizaciones narcotraficantes de México a las que el Gobierno responsabiliza de la mayoría de los más de 34.600 asesinatos perpetrados en el país desde el inicio de una ofensiva militar antidrogas hace cuatro años.
Tamaulipas ha sido escenario de otras matanzas en los últimos meses, como la de 18 personas en una serie de ataques de hombres armados en el pueblo de Padilla en febrero o la de 72 inmigrantes de Centro y Suramérica masacrados en agosto en un rancho presuntamente por Los Zetas.
En otro hecho de violencia, en Naucalpan, un suburbio de ciudad de México, la mañana de ayer fue localizado el cuerpo de un hombre que apareció decapitado en el interior de un vehículo, un hecho inusual en la megaurbe.