Caracas. Francia, Italia y Países Bajos podrán tener solo tres diplomáticos en sus embajadas en Venezuela. Esta decisión del gobierno de Nicolás Maduro responde a lo que califica como una “conducta hostil” de estos países tras su cuestionada reelección.
Maduro asumió el viernes un tercer mandato consecutivo de seis años, luego de ser proclamado vencedor en las elecciones del 28 de julio. La oposición denunció el proceso como fraudulento y reivindicó la victoria del exiliado Edmundo González Urrutia.
“En respuesta a la conducta hostil” de los gobiernos de “Países Bajos, Francia e Italia”, caracterizada por “su apoyo a grupos extremistas y su intromisión en asuntos internos”, Venezuela decidió la “limitación a tres del número de diplomáticos acreditados en cada embajada”, informó el canciller Yván Gil a través de su canal de Telegram.
LEA MÁS: Oposición venezolana enfrenta panorama incierto: ¿Qué sigue tras la investidura de Maduro?
La medida deberá cumplirse en un plazo de 48 horas. Además, “los diplomáticos deberán contar con autorización escrita de nuestra Cancillería para desplazarse más de 40 kilómetros desde la Plaza Bolívar, garantizando el estricto cumplimiento de sus funciones”, añadió Gil. Esta restricción incluye desplazamientos al aeropuerto internacional Simón Bolívar, ubicado a 23 kilómetros del centro de Caracas. Cualquier viaje más allá de la capital requerirá permiso del gobierno.
“Venezuela exige respeto a la soberanía y la autodeterminación (...), especialmente ante aquellos subordinados a las directrices de Washington”, afirmó el canciller al justificar la medida.
‘Una escalada’
Países Bajos condenó la medida, que tachó de “escalada” por parte del gobierno, “que hace que el diálogo sea todavía más complicado”, según una declaración enviada a esta agencia del ministro neerlandés de Relaciones Exteriores, Caspar Veldkamp.
“Indudablemente (habrá) una respuesta”, aseguró.
Francia e Italia aún no reaccionaron.
González Urrutia se refugió en la residencia del embajador neerlandés antes de mudarse a la española, donde pidió asilo. El dirigente cumplió una gira internacional la semana pasada por Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana, que apuntaba a un viaje a Caracas el viernes 10 de enero para presionar su investidura.
El plan parecía poco probable desde el inicio, según analistas. Ese día, Maduro fue investido en el Parlamento, bajo de control del chavismo, y luego asistió a un acto en el que la Fuerza Armada, una vez más, le juraba lealtad y subordinación.
El nuevo mandato de Maduro, que lo proyecta a 18 años en el poder, fue tachado de “farsa” por Estados Unidos, mientras que la Unión Europea (UE), como bloque, afirmó que el gobernante izquierdista “carece de legitimidad”.
Además, anunció la adopción de nuevas sanciones contra “15 personas responsables de socavar la democracia” y pidió una “solución democrática y negociada”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, habló la semana pasada con la líder opositora María Corina Machado y con González Urrutia.
El mandatario francés dijo que “la voluntad del pueblo venezolano (...) debe ser respetada”, y luego pidió junto a su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva “retomar el diálogo” entre el gobierno y la oposición.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, reconoció por su parte a González Urrutia como “presidente electo” de Venezuela.
No está claro cuántos funcionarios tienen las representaciones diplomáticas de cada país.