Seúl. Miles de surcoreanos se manifestaron a favor y en contra del presidente suspendido Yoon Suk Yeol en Seúl este sábado, un día después de que fracasara un intento de detenerlo por su breve imposición de la ley marcial.
El país permanece en caos político desde el mes pasado, con Yoon atrincherado en la residencia presidencial, protegido por cientos de leales agentes de seguridad que han resistido los intentos por detenerlo.
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Miles de personas, tanto simpatizantes como opositores de Yoon, se congregaron el sábado frente a la residencia presidencial y en las principales avenidas de la capital. Algunos exigieron su detención, mientras otros pidieron que su destitución fuera declarada nula.
Kim Chul-hong, de 60 años, señaló que la detención de Yoon podría poner en riesgo la alianza de seguridad entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.”Proteger al presidente Yoon significa salvaguardar la seguridad de nuestro país frente a las amenazas de Corea del Norte”, aseguró.
Miembros de la Confederación Coreana de Sindicatos, la mayor agrupación sindical del país, intentaron marchar hacia la residencia presidencial para protestar contra Yoon, pero fueron bloqueados por la policía. La confederación afirmó que dos de sus miembros fueron detenidos y varios resultaron heridos durante los enfrentamientos.
Yoon, quien declaró por primera vez en democracia la ley marcial el pasado 3 de diciembre, enfrenta acusaciones de presunta “insurrección”, con penas que incluyen cadena perpetua o la pena de muerte. Si se ejecuta la orden de arresto, el dirigente conservador sería el primer presidente surcoreano arrestado en el cargo.
Detención fallida
Los investigadores solicitaron al ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, quien fue designado presidente en funciones hace una semana, que respaldara la orden de arresto exigiendo la colaboración del servicio de seguridad presidencial.
El viernes, los guardaespaldas presidenciales bloquearon el intento de detención de Yoon tras un tenso enfrentamiento. Según se informó, hubo empujones pero no disparos. Ante esto, los investigadores decidieron retirarse por motivos de seguridad.
El altercado dejó la orden de detención en suspenso, ya que expira el próximo lunes. Los funcionarios de la Oficina de Investigación de la Corrupción (OIC) podrían intentar detenerlo nuevamente antes de esa fecha o solicitar una nueva orden si esta expira.
La Corte Constitucional fijó para el 14 de enero el inicio del juicio de destitución de Yoon, el cual continuará en su ausencia si no asiste.
Los abogados del presidente calificaron la orden de arresto como “ilegal e inválida” y prometieron tomar “acciones legales”.
Las semanas de agitación política han amenazado la estabilidad del país. Estados Unidos, principal aliado de Corea del Sur en materia de seguridad, instó a la élite política del país a trabajar hacia un “camino estable” para el futuro.
El secretario de Estado saliente, Antony Blinken, tiene previsto visitar Seúl el lunes para abordar las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Sur, además de la situación con Corea del Norte.