La muerte del camarógrafo James Miller en la franja de Gaza es al menos el noveno caso en el que muere un profesional de la comunicación en el conflicto entre israelíes y palestinos, en el que también han resultado heridos decenas de periodistas.
La muerte del periodista británico James Miller, de 43 años, se produjo en las inmediaciones del campo de refugiados de Rafah, zona fronteriza con Egipto al sur de la franja de Gaza, cuando los soldados israelíes demolían unas casas palestinas al tiempo que el camarógrafo filmaba el suceso.
Miller trabajaba para la productora de televisión HBO y recibió un disparo en el cuello en el momento que excavadoras israelíes hacían su trabajo pese a que, según testigos presenciales, el camarógrafo portaba una bandera blanca y caminaba con su cámara al hombro.
Lamentan incidente
El Ejército de Israel, que lamentó el incidente, subrayó ayer que la finalidad de tirar abajo las viviendas palestinas en el campo de refugiados de Rafah, tenía por objeto neutralizar el contrabando de armas a través de túneles con Egipto, y no el de acabar con la vida del periodista.
“Nos acercamos a la zona y filmamos, pero no pudimos irnos porque un tanque (israelí) estaba a unos cien metros de nosotros”, indicó Abdel Rahmán Abula, un periodista palestino testigo del incidente.
Los militares indicaron que Miller penetró en la zona de combate y arriesgó su vida.
Un portavoz de la embajada británica en Tel Aviv mostró su preocupación por la muerte del periodista, pero declinó hacer comentarios.
Este no es un incidente aislado, sino uno más de la lista de al menos nueve informadores –dos extranjeros y siete palestinos– que han perdido la vida en los dos últimos años y medio en esa zona.