Santiago. (AP). Decenas de miles de estudiantes volvieron a marchar hoy por la capital chilena en demanda de reformas a la educación, tras fracasar las negociaciones con el Gobierno para establecer una mesa de diálogo para solucionar el prolongado conflicto.
Los manifestantes marcharon unas 30 cuadras alejadas del centro capitalino, donde el Gobierno no aprueba las protestas.
El diálogo entre las partes no prosperó por la negativa del Gobierno a dos de las cuatro exigencias de los estudiantes: paralizar la tramitación de proyectos de ley que los estudiantes exigen discutir previamente y a suspender el término del primer semestre escolar.
El gobierno del presidente Sebastián Piñera, al que el conflicto le ha acarreado un fuerte descenso en su popularidad, sostiene, sin embargo, que ha sido flexible y ha acogido varias de las demandas. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dijo en declaraciones a la televisión estatal que “los estudiantes deben saber abrochar (aprovechar) los triunfos que han logrado con sus demandas de cambio en la educación”.
Desde el comienzo de las protestas estudiantiles, que se han hecho extensivas al resto de la población, se han registrado multitudinarias marchas callejeras, las mayores desde que Chile recuperó la democracia en 1990.
Sin embargo, la última convocatoria, el 14 de septiembre, tuvo baja adhesión, lo que dio pie al Gobierno para sostener que el movimiento estudiantil estaba desgastado y debilitado.
La presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, dijo a periodistas que en ningún caso el movimiento se ha debilitado. “Todavía tiene gran respaldo ciudadano, todavía los estudiantes siguen insistiendo en la movilización, en que es una herramienta legítima y necesaria en este momento”.
Las encuestas también reflejan una alta adhesión a las demandas estudiantiles de fortalecer la educación pública y terminar con el lucro en las universidades privadas y eliminar los aportes estatales a establecimientos privados que lucran con la enseñanza.
El gobierno ha señalado que regulará y controlará el lucro, pero no está dispuesto a erradicarlo de las instituciones que reciben financiamiento estatal.
Mientras tanto, cuatro estudiantes de enseñanza media –tres mujeres y un hombre– cumplieron 65 días en huelga de hambre y, para mostrar su protesta, se instalaron en dos tiendas a las puertas de la Universidad de Chile, en pleno centro capitalino.