
Barcelona, España. Miles de personas salieron este sábado a las calles de varias ciudades españolas para protestar contra el “negocio” de la vivienda y exigir una reducción en el precio de los alquileres, que denuncian como cada vez más altos e inaccesibles.
Convocadas por varios sindicatos de inquilinos y entidades sociales, las marchas se realizaron en ciudades como Málaga, Palma de Mallorca y Madrid, donde unas 15.000 personas —según la delegación del Gobierno— se manifestaron al mediodía tras una enorme pancarta que decía: “Acabemos con el negocio de la vivienda”.
Otra de las mayores protestas ocurrió en Barcelona, donde unas 12.000 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron en horas de la tarde.
Portando pancartas con mensajes como “Bajemos los alquileres” o “Stop especulación”, los asistentes alzaron su voz ante las dificultades para acceder a una vivienda en la segunda ciudad más grande de España, donde factores como la presión turística, la alta demanda y la disminución de la oferta provocaron un alza del 68% en los precios de alquiler durante la última década, según cifras municipales.
“Necesitamos que haya un cambio y que realmente la vivienda sea más accesible para todos. Estés en la situación que estés, incluso trabajando un montón, es realmente difícil acceder a una”, explicó Akna Márquez, arquitecta de 32 años y residente en Barcelona, quien está a la espera de saber si le renovarán el contrato de alquiler.
“Los rentistas son culpables, pero los gobiernos son responsables”, afirmó Carme Arcarazo, portavoz del Sindicato de Inquilinas de Cataluña, al inicio de la concentración.
Los manifestantes exigen una reducción del 50% en las rentas o la implementación de contratos de alquiler indefinidos, y consideran la “huelga de alquileres” como una herramienta legítima para alcanzar esos objetivos.
Aunque en esta ocasión las marchas se realizaron el mismo día, no es la primera vez en los últimos meses que miles de personas se concentran en las principales ciudades españolas para protestar contra el aumento desmedido de los arriendos.
En la última década, el precio del metro cuadrado de alquiler prácticamente se duplicó en el país, según datos del portal inmobiliario Idealista.
Este crecimiento, muy superior al de los salarios, se suma a la escasez de vivienda social en España —que representa apenas un 2,5% del parque habitacional total— y ha complicado seriamente el acceso al alquiler, cuyo costo aumentó un 11,5% interanual en 2024, según Idealista.
El Gobierno progresista de Pedro Sánchez aprobó en 2023 una ley de vivienda que contemplaba el incremento de la construcción de alojamientos sociales, controles de alquiler en zonas de alta demanda y sanciones a propietarios que mantuvieran sus viviendas desocupadas.
Sin embargo, la legislación no logró frenar el alza de los arriendos, motivo por el cual el Ejecutivo anunció nuevas medidas a inicios de este año, que los sindicatos de vivienda volvieron a calificar como insuficientes.