Washington . Un misterioso vestido, que fue presentado como una prueba en el escándalo sexual que envuelve al presidente Bill Clinton, reapareció ayer seis meses después que el primer abogado de Mónica Lewinsky, William Ginsburg, desmintió su existencia.
Varios diarios, que citaron fuentes anónimas, aseguran que la muchacha entregó la prenda al fiscal especial Kenneth Starr, quien la exigía desde hace varios meses junto con grabaciones de mensajes dejados por el presidente Bill Clinton en su contestadora.
El escándalo en torno al supuesto idilio entre Clinton y la joven Lewinsky comenzó en la propia residencia presidencial de la Casa Blanca y parece dirigirse ahora por el eje monumental de la capital norteamericana hacia el Congreso, para su acto final.
Si la justicia estadounidense, representada por el fiscal especial Kenneth Starr, decide entregar al Congreso el informe sobre el escándalo Lewinsky, los legisladores podrían decidir, en última instancia, si destituyen o no al presidente.
Starr, que investiga el caso, recibirá el próximo 17 de agosto la declaración de Clinton y Lewinsky decidió decir toda la verdad a la Cámara de Acusación (gran jurado) sobre la presunta relación que ambos mantuvieron, a cambio de su inmunidad judicial.
El vestido
El vestido, según The Washington Times, contiene una "prueba material" de la presunta relación entre Clinton y Lewinsky y podría ser objeto de un análisis de ADN.
Para evitar que Kenneth Starr se incautara de la prenda, Lewinsky se deshizo de ella y la envió a su madre, Marcia Lewis, en Nueva York.
Starr habría supeditado la inmunidad total de Lewinsky a la restitución del vestido. Lewis, muy próxima a su hija, estaba al tanto de la relación y había dado muchos consejos a Mónica, según la prensa.
La existencia de este vestido ya había sido mencionada al principio de la investigación, cuando una importante red de televisión no vaciló en afirmar en la apertura de su noticiero que la prenda era azul y estaba posiblemente manchada con el esperma presidencial.
Sin embargo, tanto la Casa Blanca como el abogado de Lewinsky habían desmentido estas afirmaciones.
Starr busca pruebas no solo sobre el presunto idilio entre Clinton y la exbecaria sino también sobre los presuntos esfuerzos de la Presidencia para que la mujer mintiera ante los tribunales.
Si el fiscal logra reunir pruebas, tendrá que entregar el informe al Congreso, el único organismo habilitado para decidir si el Presidente es culpable o no.
Un informe de este tipo tiene que ser presentado primero a la Cámara de Representantes, que lo entregará luego a su Comisión Judicial para que lo examine y decida los pasos a seguir.