"Sigue en Irak y trabaja normalmente", declaró Nasser Al-Rubaie, sin querer precisar su localización exacta.
Bassam al-Aathari, un responsable de su representación en la ciudad santa chiita de Najaf (160 km al sur de Bagdad), declaró que el religioso seguía estando en esta ciudad y que si previese viajar al extranjero, habría un anuncio al respecto.
El martes en la noche en Estados Unidos varias cadenas de televisión, citando a altos responsables militares, afirmaron que Moqtada Sadr había partido en coche a Irán, hace dos o tres semanas, antes del esperado aumento en potencia del plan de seguridad destinado a pacificar Bagdad.
La fracción de Sadr tiene 32 escaños de los 275 del Parlamento y forma parte del gobierno del primer ministro Nuri Al-Maliki, donde tiene seis ministerios y secretariados de Estado de los 37 en el gobierno.
Su poderosa milicia, el ejército del Mehdi, está acusada por los norteamericanos de ser responsable de violencias confesionales.
"Es ridículo, no hay nada de eso", declaró Al-Rubaie a la AFP.
"Si el ejército estadounidense, que está ya en Irak, es incapaz de resistir a Sadr, ¿Por qué el despliegue de 20.000 soldados suplementarios hará la diferencia?, agregó recordando que el movimiento había anunciado apoyar el plan de seguridad.
© 2007 AFP