Su deceso fue anunciado por Matt Allen, presidente de la Federación Australiana de Vela y John Cameron, comodoro del Yacht Club de Australia.
Oatley comenzó su vida laboral como aprendiz a los 15 años y acumuló una fortuna que supera los 10.000 millones de dólares australianos (6.500 millones de euros) como exportador de café, viticultor y propietario de la isla Hamilton.
Su éxito le permitió disfrutar de la pasión por la vela, que comenzó en pequeños veleros antes de comprarse el Wild Oats en el 2005. Además, era el gran mecenas del equipo olímpico australiano de vela.
“ Bob contribuía a la vela australiana desde hace décadas. Introdujo a muchos deportistas por medio de sus campañas con el Wild Oats y el impacto de la regata que organizaba en la isla de Hamilton ha sido increíble para Australia”, precisó Allen.
El éxito empresarial de Oatley, quien no tenía estudios universitarios, comenzó en las décadas de 1950 y 1960, cuando exportó granos de café y cacao desde Papúa Nueva Guinea. En 1969 plantó los primeros viñedos en el valle de Hunter (Australia), creando la bodega Rosemount Estate, que vendió en el 2001 por 1.400 millones de dólares australianos (850 millones de euros).
En el 2003, la familia Oatley compró la isla de Hamilton, que ganó el premio al mejor resort del mundo.
Deja a su esposa, Valerie, y a tres hijos: Sandy, Ian y Ros.