Nueva York, Estados Unidos. Una avioneta en la que viajaban seis personas se estrelló el sábado en el estado de Nueva York, informaron el domingo las autoridades. No hay supervivientes.
El “accidente mortal”, según esas autoridades, ocurrió en Copake, al este de Nueva York.
Se trató de una avioneta bimotor estrellada el sábado en un campo fangoso que causó la muerte de dos cirujanos, dos de sus hijos y las parejas de estos, según un familiar de las víctimas citado por el diario The New York Times.
El avión, un Mitsubishi MU-2B con destino al Aeropuerto del Condado de Columbia, cerca de Hudson, Nueva York, transportaba a las tres parejas.
Michael Groff, el piloto, era neurocirujano y piloto experimentado, y su esposa, Joy Saini, cirujana pélvica. Su hija, Karenna Groff, estudiaba medicina en el Langone de la Universidad de Nueva York y fue futbolista estrella del MIT, donde fue nombrada Mujer del Año de la NCAA en 2022.
El socio de la Sra. Groff, James Santoro, era banquero de inversiones y planeaba proponerle matrimonio este verano, según un comunicado de la familia citado por el diario estadounidense.
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La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que investiga el accidente, declaró que no estaba clara la causa.
La aeronave se estrelló poco después del mediodía cerca de Two Town Road, en el condado de Columbia, y no causó daños a ninguna estructura, según declaró la subsheriff Jacqueline Salvatore a periodistas en una conferencia de prensa el sábado por la tarde.
La nieve y la humedad en el suelo dificultaban las labores de rescate, añadió Salvatore.
Albert Nixon, investigador principal de la NTSB, explicó que el avión se acercaba al Aeropuerto del Condado de Columbia cuando el piloto reportó una aproximación frustrada y solicitó orientación para otra aproximación.
El controlador de tráfico aéreo recibió entonces una alerta de que el avión volaba a baja altitud, pero no pudo contactar al piloto. Añadió que no había motivos para creer que el avión no fuera seguro para volar.
El avión se estrelló a 16 kilómetros del aeropuerto.
Nixon afirmó que 14 investigadores de la NTSB examinaban los restos, que se extendían a lo largo de 91 metros. Cuentan con el apoyo de expertos de Mitsubishi, fabricante del avión, y Honeywell, fabricante del motor, así como de investigadores de la agencia en Washington.