Paiporta, España. “¡Asesinos!”, “¡hijos de p...!”... Una multitud indignada increpa a los políticos que acompañan a los reyes de España cuando llegan a Paiporta, localidad arrasada por las inundaciones.
Algunos les lanzan barro, otros gritan desgarrados entre lágrimas. Quieren saber por qué nadie les advirtió que el agua arrasaría sus vidas y por qué ahora nadie les ayuda.
LEA MÁS: Fotos de la tragedia en España: Afectados usan escobas contra un océano de barro
A unos metros del destrozado Auditorio Municipal, donde se han abierto espacios entre los escombros para recibir donativos, cientos de personas rodean una decena de coches oficiales. Cinco días después de la riada que devastó parte de la provincia de Valencia, las autoridades realizan su primera visita oficial.
Para los vecinos de Paiporta, donde los muertos superan ya los 70, según la alcaldesa, y aún se buscan desaparecidos en los garajes anegados, esta visita llega demasiado tarde.
“¿Cuántos muertos hay? ¿Cuántos muertos hay?”, gritan enfurecidos a la comitiva. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del ejecutivo regional, Carlos Mazón, debieron abandonar pronto la escena debido a la creciente tensión.
“¡El presidente es un perro!”, corean en alusión a Sánchez.
Finalmente, solo los Reyes de España avanzan a pie, resguardados por un cordón de seguridad desbordado.
“No son muertos, son asesinatos”, gritan algunos jóvenes.
Un hombre, entre lágrimas, les implora que se vayan de su pueblo, mientras agentes empujan a una multitud desbordada y enardecida. Hay resbalones, intentos de carga y una indignación palpable.
Con la chaqueta manchada de barro, el Rey avanza con dificultad.
“Si hubieran venido el primer día y se hubieran puesto las botas, el pueblo los habría apoyado”, le recrimina un joven con chaqueta amarilla que logra acercarse al monarca.
“Felipe, hay gente muerta por ahí”, le lanza, mientras el Rey asiente gravemente.
Más adelante, la reina Letizia, con la frente y la nariz manchadas de barro, escucha conmocionada a una joven y se lleva las manos al rostro.
“Hay niños muertos, ¡no tenéis vergüenza!”, grita un hombre entre lágrimas desde la multitud.
“¡Fuera de nuestro pueblo!”
Indignados y llenos de preguntas, los vecinos de Valencia se sienten abandonados. Han pasado cinco días desde la ola de barro que les tomó por sorpresa, y siguen sin respuestas.
Para muchos en Paiporta, la alerta por el temporal —que no dejó una sola gota de lluvia en la localidad de más de 25,000 habitantes— llegó cuando el agua desbordada les llegaba ya a la cintura.
“¡Fuera de nuestro pueblo!”, exclaman furiosos a las autoridades.
La mayor indignación se dirige al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y al jefe del ejecutivo regional, Carlos Mazón, quienes apenas habían visitado la zona.
“¿Dónde está Pedro Sánchez? ¿Pedro Sánchez dónde está?”, corean los vecinos.
“Ahora sí que hay policía aquí”, lamenta un joven, cubierto de barro.
“Nos vais a olvidar”
Después de recorrer a pie parte de lo que era una de las principales avenidas, convertida ahora en un cementerio de escombros y vehículos destruidos, los Reyes intentan subir a sus vehículos.
No lo consiguen a la primera, lo que causa nerviosismo en su equipo de seguridad. Finalmente, tras escuchar a más vecinos, la comitiva abandona la ciudad, que vuelve a su realidad de destrucción, barro y búsquedas de los desaparecidos.
“Han venido aquí todos a proteger al rey y no dejan pasar a quienes realmente protegen las calles”, lamenta Adrián García, quien, como muchos en esta zona de Valencia, jamás olvidará la noche del martes.
“Vi cómo se arrancaba la pasarela de cuajo. Tuvimos que salvar ancianos, policías, y yo. No había ley”, recuerda con voz temblorosa.
Con la hamburguesería en la que trabajaba destruida y meses de reconstrucción por delante, el futuro se ve lejano para él, mientras permanece con los pies en el barro de Paiporta.
“En una semana, nos vais a olvidar todos”, lamenta.
Felipe VI pide entender los insultos
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI han expresado sus puntos de vista tras los disturbios ocurridos en Valencia durante su visita a las zonas afectadas por las inundaciones. Mientras las autoridades recorrían Paiporta, lugar devastado por el desastre, fueron recibidos con gritos, insultos y lanzamientos de barro por parte de residentes indignados por la falta de apoyo y la demora en la atención a la emergencia.
En una rueda de prensa posterior, Sánchez condenó “cualquier tipo de violencia” en alusión a los disturbios que acompañaron su visita y la del monarca. El presidente español expresó empatía hacia las víctimas de las inundaciones y dijo comprender su “angustia y sufrimiento”. “Quiero en primer lugar trasladar toda nuestra solidaridad y el reconocimiento por parte del Gobierno de España de la angustia, el sufrimiento de los afectados,” declaró el líder socialista, destacando el compromiso de su administración con los afectados mientras se coordina la ayuda de emergencia. Aun así, Sánchez reiteró que, si bien el dolor es comprensible, es importante rechazar cualquier acto violento.
Por su parte, el rey Felipe VI mostró una postura conciliadora, pidiendo empatía ante la reacción de los habitantes de Paiporta. “Hay que entender el enfado y la frustración de muchas personas,” afirmó el monarca en su intervención durante una reunión en el centro de coordinación de rescate en Valencia, en presencia de Sánchez y otras autoridades. “La gente lo ha pasado realmente mal,” agregó, en referencia a las pérdidas y el caos generado por las inundaciones. Estas declaraciones fueron difundidas a través de un video publicado por la Casa Real en la red social X.
La jornada en Valencia se caracterizó por momentos de tensión y enfrentamientos, que han llevado a las autoridades a reafirmar su compromiso con las zonas afectadas.