“La maquinaria y el sistema electoral, legal e institucional nicaraguense, no es bueno. Es manifiestamente mejorable. No es un invento del presidente Daniel Ortega, viene de lejos. Creo que desde que Ortega es presidente, hace cinco años, ese sistema no ha sido corregido, no ha mejorado; pienso que empeoró en algunos aspectos”, expresó ayer a
Yáñez cita la confusión entre el partido gobernante y las instituciones en general y la falta progresiva de independencia del propio Poder Judicial, como ejemplos de esas manifiestas mejorías, luego de recordar que en el 2008 hubo fraude electoral en las elecciones municipales de ese año.
“¿De ahí se puede concluir que puede haber un fraude masivo? Aún no me atrevería a afirmarlo pero, si lo hay, lo diremos y, si no lo hay, lo diremos. Poder es posible, pero afirmarlo rotundamente hoy es muy aventurado”, indicó el político europeo. No obstante su reserva, el proceso llega sembrando dudas y cosechando desconfianza. Roberto Courtney, director de organización de la Fundación Grupo Cívico Ética y Transparencia (EyT), comparte esta opinión.
En la elección del 2006, EyT fue una de las organizaciones de observación electoral internas autorizadas que confirmó que la transparencia del proceso electoral que llevó a la presidencia del país a Daniel Ortega. A la fecha, el Consejo Supremo Electoral (CSE) sigue sin darle credencial de observadores.
Courtney ejemplificó esto al señalar que, en lo tocante a derecho al voto mediante entrega de cédulas de identidad, el CSE les negó el sufragio en forma activa a unos 250.000 votantes y que la negativa a entregar el documento ha tenido “un enorme vínculo” con la preferencia política de los afectados.
La Misión de Acompañamiento Electoral de la Organización de los Estados Americanos confirmó también focos de tensión, entre los cuales cita que, en Chinandega, se irrespetó la proporcionalidad (pluralidad política), al integrarse las juntas receptoras de votos, lo cual compromete la fiscalización del manejo de las boletas y el conteo de votos algunos partidos.