Caracas
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tiene previsto anunciar este martes un conjunto de medidas para impulsar la producción y combatir la inflación y la escasez de bienes básicos.
Sin embargo, los analistas dudan que esos problemas puedan resolverse en el corto plazo debido a que se requieren profundos cambios en el modelo de control estatal.
Maduro espera dar a conocer al país una serie de medidas para incrementar la producción y el abastecimiento y lograr "precios justos" para los productos.
Aunque el mandatario no ha ofrecido mayores detalles sobre las nuevas medidas, entre los analistas y empresarios existen dudas de que la denominada "nueva ofensiva económica" pueda ayudar a superar la difícil situación económica que enfrenta el país en medio de una crisis política atizada por las protestas callejeras que llevan más de dos meses.
El anuncio ocurre en un contexto de una compleja situación económica caracterizada por una desbordada inflación -que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57,3%-, severos problemas de abastecimiento de alimentos y otros bienes básicos, un fuerte déficit fiscal y deficiencias en el mercado cambiario.
Al hablar de los lineamientos de la nueva ofensiva económica, Maduro dijo que "debemos producir más y mejor para destrabar todos los mecanismos inducidos o creados que impidan la producción en el país a todo nivel".
El gobernante indicó que para garantizar el abastecimiento "hay que terminar de desmontar los mecanismos de la guerra económica ya que siguen funcionando".
Desde fines del año pasado las autoridades han intensificado las inspecciones y sanciones a los comercios para evitar el acaparamiento de bienes y combatir el contrabando.
Maduro inició en noviembre una primera fase de la "ofensiva económica" que implicó un plan masivo de fiscalizaciones de comercios, expropiaciones de algunas tiendas de electrodomésticos que fueron acusadas de especular con los precios y reducciones de más de 20% en el valor de algunos productos que animaron frenéticas compras a fines de 2013.
Pero las medidas no lograron detener el avance de la inflación y por el contrario agudizaron los problemas de desabastecimiento.