La Habana. AFP. Los 56 gobernantes y delegados de 118 países reunidos en Cuba relanzaron ayer el Movimiento de No Alineados (NOAL) para enfrentar las políticas de Estados Unidos y sus aliados, en la última sesión de una cumbre marcada por la ausencia de Fidel Castro.
“Se ha producido en La Habana un virtual relanzamiento del Movimiento” que nació en plena Guerra Fría, apuntó en conferencia de prensa el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, al proclamar que la Cumbre fue un “éxito”.
Los líderes suscribieron anoche cinco documentos que fueron aprobados por consenso, que incluyen un respaldo a Bolivia, Venezuela y Cuba, frente a Estados Unidos, así como un apoyo al programa nuclear iraní, y condena a Israel por las “agresiones” a Líbano y la ocupación de territorio palestino.
“Ha existido consenso incluso en los temas más delicados o controversiales y ninguno ha quedado pendiente. Se crearon las condiciones para una nueva etapa de mayor protagonismo, para hacer oír nuestra voz en la escena internacional”, subrayó Pérez Roque.
Raúl Castro, que reemplaza temporalmente en el poder a su hermano Fidel Castro, abrió la última sesión presidencial, en la que líderes de América Latina, Asia y África mantuvieron el tono antiestadounidense de los discursos del viernes e hicieron votos por la recuperación del presidente cubano, que convalece de una cirugía.
“Es impostergable la necesidad, la necesidad suprema de relanzar nuestro Movimiento”, dijo el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Negociación. En el marco de la Cumbre, el primer ministro indio Manmohan Singh, y el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, anunciaron que sus países retomarán las negociaciones a nivel ministerial, principalmente sobre la situación en Cachemira.
En sus intervenciones, los líderes del NOAL abogaron por revitalizar el Movimiento para constituirlo en un activo agente político mundial para enfrentar las “agresiones”, la globalización y reformar a la ONU.
En esta última jornada, la plenaria designó a Egipto sede del XV Cumbre de 2009, cuando Cuba le entregará la Presidencia del NOAL, surgido como alternativa a la bipolaridad de Estados Unidos y la Unión Soviética.