EscucharValencia. España respiró aliviada este jueves al constatar que el reciente frente de tormentas solo dejó daños materiales, sin pérdidas humanas, dos semanas después de que otro temporal causara 224 muertes, en su mayoría en la región de Valencia.
La Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet) rebajó su aviso de alerta roja, el nivel máximo, a naranja debido a las lluvias en el sur y el este del país, luego de una noche marcada por fuertes precipitaciones.
“La peor parte ha pasado”, informó Aemet en su cuenta de la red social X, especificando que la alerta en la provincia de Málaga, en Andalucía, y en toda la región de Valencia había sido reducida a nivel naranja.
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El nuevo aviso rojo, decretado el miércoles en numerosos municipios valencianos afectados por el temporal de finales de octubre, obligó a los habitantes a pasar la noche en estado de alerta, atentos al estado del alcantarillado, en muchos casos obstruido por el barro seco y los escombros que aún permanecen sin retirar.
Durante la noche, se registraron precipitaciones significativas, con 110 mm de agua en Alcudia de Veo, en el interior de la Comunidad Valenciana, y 88 mm en Chiva, uno de los municipios más golpeados por las inundaciones de octubre, según los datos de Aemet.
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“Ha sido una noche complicada”, indicó Jordi Mayor, alcalde de Cullera, una localidad costera ubicada al sur de Valencia. “Nunca habíamos visto tanta lluvia como esta noche”, agregó en declaraciones a la televisión pública española.
Poco después de que Aemet emitiera el aviso rojo, el Gobierno valenciano, muy criticado por su gestión durante las inundaciones del 29 de octubre, ordenó la suspensión de actividades escolares, deportivas y el tránsito de vehículos privados en más de un centenar de municipios de la región del este de España, incluida la capital, Valencia.
Las restricciones se extendieron durante la mañana, pero al reducirse los avisos meteorológicos, se levantaron las limitaciones de circulación a partir del mediodía, según informó el presidente regional, Carlos Mazón, en su cuenta de X.
La mejoría en las condiciones climáticas también permitió reanudar el servicio de trenes entre Barcelona y Valencia, el cual había sido suspendido el día anterior, así como culminar la reactivación de la línea de alta velocidad que conecta Madrid con Valencia, la tercera ciudad más grande de España.
Desde la catástrofe de finales de octubre, la línea de tren de alta velocidad permaneció interrumpida; finalmente, el primer tren pudo salir hacia el mediodía.
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Esta nueva DANA (depresión aislada en niveles altos) impactó principalmente en la provincia de Málaga, en el sur del país, donde el miércoles se evacuó de forma preventiva a más de 4.200 personas, principalmente de viviendas cercanas a los ríos. Además, se suspendieron las clases, el transporte urbano y gran parte del servicio ferroviario de media y larga distancia.
El temporal, que anegó calles y desbordó ríos, obligó también a posponer la eliminatoria de la Copa Billie Jean King de tenis femenino entre España y Polonia en Málaga, prevista inicialmente para el miércoles y trasladada al jueves.
A pesar del levantamiento de la alerta roja, las autoridades insistieron en pedir cautela a la población tras una noche “compleja”. “Más vale prevenir que reconstruir”, subrayó este jueves el presidente regional andaluz, Juan Manuel Moreno, durante una visita a una de las localidades afectadas.
La preocupación ahora se desplaza a la zona occidental de esta extensa región del sur de España, donde las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva se encuentran en aviso naranja, con la suspensión de clases para más de medio millón de estudiantes.
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Alicante y Valencia también permanecen en nivel naranja debido a las nuevas lluvias, las cuales afectaron el miércoles las labores de búsqueda de las 16 personas que siguen desaparecidas tras las mortales inundaciones de octubre. Los esfuerzos de rescate están concentrados en barrancos, lagunas y zonas costeras de alta vulnerabilidad.
Las lluvias recientes también obligaron a posponer para el viernes la esperada comparecencia de Carlos Mazón, quien debía rendir cuentas este jueves ante el parlamento regional sobre su gestión de las inundaciones. El dirigente conservador fue objeto de fuertes críticas por la respuesta a la emergencia que derivó en las inundaciones del 29 de octubre, las cuales fueron consideradas por muchos como negligentes y lentas. El descontento generó una masiva manifestación de 130.000 personas el sábado pasado en Valencia.
