Beirut. El nuevo líder de Hezbolá, Naim Qasem, afirmó este miércoles que el grupo islamista libanés mantiene capacidad para enfrentar al ejército israelí pese a las bajas sufridas. Aseguró que aceptaría un cese del fuego bajo ciertas “condiciones”.
Israel, en guerra con Hezbolá desde setiembre, bombardeó este miércoles bastiones del grupo chiita en Líbano, incluyendo la ciudad de Baalbek, en el este, lo que provocó un masivo éxodo de habitantes.
Un ataque cerca de Nabatieh, en el sur, mató a Mustafa Ahmad Shahadi, número dos de la fuerza de élite de Hezbolá, según el ejército israelí. Su muerte se suma a una lista de altos cargos de Hezbolá eliminados por Israel, entre ellos el exlíder Hasán Nasralá, muerto en un bombardeo el 27 de setiembre.
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En su primer discurso tras su nombramiento el martes, Qasem prometió seguir el “plan de guerra” de su predecesor y afirmó que Hezbolá “comienza a recuperarse” tras los “duros golpes” recibidos. Sin embargo, señaló que aceptaría un cese del fuego bajo ciertas condiciones, aunque subrayó que no hay un acuerdo viable en negociación.
Israel exige la retirada de Hezbolá del sur de Líbano, el despliegue del ejército libanés a lo largo de la frontera y un mecanismo internacional para garantizar la tregua, según medios locales.
Hezbolá prometió combatir hasta el final la ofensiva israelí en Gaza, junto a su aliado Hamás.
Evacuaciones masivas
La guerra se extendió hace más de un mes a Líbano, donde Israel intensifica sus bombardeos contra posiciones de Hezbolá desde el 23 de setiembre, en paralelo a una ofensiva terrestre lanzada el 30 de setiembre en el sur del país.
Israel busca neutralizar a Hezbolá en esta región fronteriza para permitir el retorno de 60.000 desplazados por los ataques de cohetes lanzados hacia territorio israelí por el grupo.
En Baalbek, una ciudad milenaria en el este de Líbano, los habitantes huyeron en masa tras una orden de evacuación del ejército israelí, que advirtió actuar “con fuerza” contra objetivos de Hezbolá en la ciudad y alrededores. También se ordenó la evacuación de Nabatieh.
La agencia libanesa Ani reportó que una decena de localidades fueron bombardeadas en el sur, y que los combates se intensificaron en Khiam, a seis kilómetros de la frontera.
Hezbolá informó haber lanzado “un escuadrón de drones de ataque” contra una base militar cerca de Haifa, en el norte de Israel. Al menos 1.754 personas han muerto en Líbano desde el 23 de setiembre, según un recuento de esta agencia basado en datos oficiales.
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Tregua propuesta por mediadores
Los bombardeos israelíes continuaron el miércoles en Gaza, mientras mediadores internacionales ultiman una propuesta de tregua temporal, “de menos de un mes”. La propuesta contempla el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos y un aumento de la ayuda humanitaria en el territorio.
Catar, Egipto y Estados Unidos intentó forjar un acuerdo de tregua entre Israel y Hamás. La última ronda de contactos en Doha culminó el lunes, con la participación de altos funcionarios de inteligencia de Israel y Estados Unidos, así como el primer ministro catarí.
El conflicto en Gaza se desató el 7 de octubre de 2023, cuando milicianos islamistas mataron a 1.206 personas en el sur de Israel y secuestraron a 251, según un recuento de esta agencia basado en datos oficiales israelíes, que incluye a rehenes muertos en cautiverio.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que dejó 43.163 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud de este territorio, cifras consideradas confiables por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Crisis humanitaria
El martes, un bombardeo israelí destruyó un edificio residencial en Beit Lahia, en el norte de Gaza, causando al menos 93 muertes, informó la Defensa Civil palestina. Washington calificó el ataque como un “incidente horroroso” y solicitó explicaciones a Israel.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que en octubre la distribución de alimentos fue extremadamente limitada por la grave escasez de suministros. Cerca de 1,7 millones de personas, el 80% de la población, no recibieron raciones de comida.
La situación podría empeorar después de que el Parlamento israelí prohibiera las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Gaza, acusándola de infiltración de Hamás.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, instó a sus tropas a “mantener la presión” en Gaza para lograr la liberación de los rehenes secuestrados hace más de un año por Hamás. De los 251 secuestrados, 97 permanecen cautivos, mientras que el ejército ha declarado la muerte de 34.