Viena. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) adoptó este miércoles en Viena una resolución que llama al orden a Irán por el desarrollo de su programa nuclear, una decisión calificada de “precipitada e insensata” por Teherán.
El texto del concejo de gobernadores fue presentado por el Reino Unido, Francia y Alemania (el llamado grupo E3) y aprobado por 20 de los 35 países del organismo, incluido Estados Unidos, inicialmente reacio por temor a acrecentar las tensiones en Oriente Medio, indicaron a esta agencia tres diplomáticos.
Rusia y China votaron en contra y 12 países se abstuvieron. Un miembro estuvo ausente.
Esta resolución es la primera en este sentido desde noviembre de 2022 de este organismo que forma parte del sistema de Naciones Unidas.
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El texto deplora de nuevo la ausencia de “respuestas técnicas creíbles” sobre la presencia de rastros inexplicables de uranio en dos instalaciones no declaradas.
“Es esencial y urgente” que Teherán aclare la situación y proporcione acceso a los lugares en cuestión, dice el texto confidencial, que pudo consultar esta agencia, al tiempo que evoca la posibilidad de solicitar “un informe completo” al director general del OIEA, Rafael Grossi.
La resolución también dice que Irán debe “revertir la retirada de la acreditación” de algunos de sus inspectores más experimentados y volver a conectar las cámaras de vigilancia “sin demora”.
El texto busca aumentar la presión sobre Irán, que en los últimos años restringió su cooperación con el organismo de la ONU.
Aunque no tiene consecuencias inmediatas, podría ser el preludio de llevar la cuestión al Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene capacidad para imponer sanciones.
Sin embargo es solo una posibilidad porque dos de los miembros del Consejo con derecho a veto, Rusia y China, se acercaron significativamente a Irán en los últimos dos años.
El texto fue modificado tras intensas negociaciones con Estados Unidos, que se opuso a una iniciativa similar del grupo E3 en marzo y no estaba a favor de esta nueva resolución que finalmente sí aprobó.
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‘Contraproducente’
La misión de Irán ante Naciones Unidas criticó que la decisión se tomó de manera “precipitada e insensata” y dijo que tendría “un efecto destructivo en el proceso de interacción diplomática y cooperación constructiva”, según la agencia iraní Isna, que citó declaraciones de la misión al portal informativo Al Monitor.
La República Islámica niega querer fabricar una bomba, aunque su programa nuclear continúa desarrollándose.
Durante los debates que se abrieron el lunes en Viena, los europeos denunciaron avances nucleares “sin precedentes para un Estado no dotado de armas atómicas”, evocando una situación “alarmante”.
Según el OIEA, Irán es el único país sin armas atómicas que enriquece uranio al nivel del 60%, cercano al 90% necesario para desarrollar una bomba, y acumula existencias cada vez mayores.
“Esta escalada perjudica significativamente la seguridad internacional y compromete la arquitectura global de no proliferación”, señaló el grupo E3 en un comunicado.
Según los tres países, “la confianza se ha erosionado aún más” por las recientes declaraciones públicas de funcionarios en Irán sobre una posible evolución de la doctrina nuclear hacia objetivos supuestamente militares.
Irán abandonó gradualmente los compromisos que asumió en el marco del acuerdo internacional de 2015 con Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Alemania y Reino Unido.
Ese pacto, conocido por las siglas JCPOA, iba en teoría a regular sus actividades atómicas a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Pero tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo, decidida en 2018 por el entonces presidente, Donald Trump, el pacto quedó sin efecto. Y en 2022 fracasaron las negociaciones en Viena para revivirlo.
En una declaración conjunta citada el miércoles por la agencia iraní Irna, Irán, Rusia y China pidieron a “los países occidentales que muestren voluntad política y tomen medidas” para permitir volver al JCPOA.