La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Unifil) denunció este jueves que dos cascos azules resultaron heridos luego de que el Ejército de Israel disparara contra su cuartel general, ubicado en Ras al Naqura.
De acuerdo con la misión, el ataque fue lanzado por un tanque Merkava israelí. Los disparos impactaron directamente la torre de observación del edificio y provocaron su caída, según indicó Unifil mediante un comunicado.
Agregó que los dos colaboradores heridos son de nacionalidad indonesia y que se encuentran hospitalizados, aunque sus lesiones no son graves.
Guido Crosetto, ministro de Defensa italiano, consideró lo ocurrido como un acto “intolerable” y convocó al embajador israelí. Italia es el país occidental que más efectivos aporta a este contingente, con cerca de 900 militares movilizados.
Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores español calificó el incidente como “una gravísima violación del derecho internacional humanitario”, al tiempo que exigió que la seguridad de los cascos azules sea “garantizada”.
“El Gobierno de España condena tajantemente los disparos israelíes que han alcanzado el cuartel general de la FINUL en Naqura”, escribió el Ministerio en un breve comunicado”.
Italia y Francia convocaron a una reunión la próxima semana con España e Irlanda, los otros países europeos que también aportan tropas a esta misión.
Finul cuenta con unos 10.000 soldados de mantenimiento de la paz en el sur de Líbano, y ha pedido de forma insistente una tregua desde que el 23 de setiembre se intensificó la escalada entre Israel y el movimiento libanés proiraní Hezbolá.
Las fuerzas de paz de la ONU están presentes en ese país desde el 2006. Una Comisión Independiente de dicha organización acusó a Israel de “crímenes de guerra y contra la humanidad” por atacar deliberadamente las instalaciones de salud de la Franja de Gaza.
LEA MÁS: ONU alerta sobre peligro de operaciones israelíes cerca de sus fuerzas en Líbano
Luego de este ataque, la ONU recordó que “cualquier ataque deliberado contra las fuerzas de paz constituye una grave violación del derecho internacional humanitario”.
Hezbolá abrió frente contra Israel
Hezbolá abrió un frente contra Israel hace un año para apoyar a Hamás, que entró en guerra con Israel tras el ataque del 7 de octubre de 2023.
El conflicto entre Israel y Hamás estalló tras el ataque sin precedentes de milicianos islamistas en suelo israelí, que causó la muerte de 1.206 personas, la mayoría civiles, según un recuento de esta agencia basado en cifras oficiales israelíes.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, en la que murieron más de 42.065 palestinos, mayoritariamente civiles, según datos del Ministerio de Salud, considerados fiables por la ONU.
Por otro lado, un bombardeo israelí dejó al menos 28 muertos este jueves en Gaza, reportaron socorristas. Estos afirmaron que el ataque golpeó una escuela que acogía a desplazados, aunque los militares israelíes indicaron que el edificio albergaba un centro de mando de combatientes.
En el centro de Gaza, al menos 28 personas murieron en un bombardeo contra una escuela de Deir el Balah, un ataque que, según el ejército israelí, estaba dirigido contra “terroristas en un puesto de mando”.
LEA MÁS: Benjamin Netanyahu le marca dos caminos a Líbano: Liberarse de Hezbolá o enfrentar ‘la destrucción’
Operación israelí en Líbano
Tras debilitar a Hamás en su ofensiva en Gaza, el ejército israelí desplazó a mediados de setiembre el grueso de sus operaciones hacia Líbano para combatir a Hezbolá y permitir el regreso de los desplazados por la violencia en su frontera norte.
Los bombardeos israelíes continuaron golpeando este jueves el suburbio sur de Beirut, uno de los bastiones de Hezbolá, donde los ataques arrasaron barrios enteros y muchas personas quedaron en la calle.
Ahmad, un hombre de 77 años que no quiso dar su apellido por miedo, afirmó que su mensaje para Hezbolá es que si no pueden seguir luchando, deben “anunciar que se retiran y que perdieron”. “No hay que avergonzarse de perder”, añadió.
En el sur de Líbano, en la localidad de Derdghaiya, los rescatistas buscaban entre los escombros de un centro de la Defensa Civil tras un bombardeo israelí que mató a cinco socorristas. A pesar de la muerte de varios comandantes y del líder del movimiento proiraní, Hasan Nasralá, el 27 de setiembre en un bombardeo israelí, el grupo afirma que sigue operativo.
Hezbolá reivindicó este jueves que destruyó un tanque israelí, provocando víctimas. El carro de combate avanzaba hacia la localidad libanesa de Ras al Naqura, cerca de la frontera, en un momento en que el ejército israelí informó sobre el despliegue de más efectivos en esta zona.
Joe Biden pide a Israel limitar impacto en civiles
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló por teléfono el miércoles con el presidente estadounidense, Joe Biden. El tema principal de la llamada fue la respuesta de Israel al ataque con misiles lanzado la semana pasada por Irán, un aliado de Hezbolá y Hamás.
Biden pidió a Netanyahu que “limite al máximo el impacto sobre los civiles” en Líbano, informó la Casa Blanca. Netanyahu instó esta semana a los libaneses a “liberar” a su país de Hezbolá, una milicia que también es un partido con una importante representación en el Parlamento.
El dirigente israelí advirtió de que Líbano puede caer “en el abismo de una larga guerra” con un nivel de “destrucción” similar al de Gaza.
Desde que comenzaron los duelos de artillería entre Israel y Hezbolá, más de 2.000 personas murieron en Líbano, de las cuales 1.200 fallecieron desde la intensificación de los bombardeos israelíes el 23 de setiembre, según un recuento realizado por AFP en base a cifras oficiales.
Jeanine Hennis-Plasschaert, coordinadora especial de la ONU para Líbano, advirtió el miércoles que el país enfrenta una situación “catastrófica” con cerca de 600.000 desplazados internos, más de la mitad de ellos menores de edad.