Ginebra
El Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas aprobó hoy una investigación internacional de los crímenes durante la guerra civil en Sri Lanka, incluyendo la gran ofensiva gubernamental contra los rebeldes tamiles, donde se cree que murieron decenas de miles de civiles.
El objetivo central es que los responsables de graves violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra sean juzgados, explicaron los proponentes de la iniciativa.
Contra la resolución que dispone la investigación se pronunciaron Cuba, Venezuela, China, Rusia, Pakistán y Maldivas, que intentaron que el voto se pospusiera hasta la próxima sesión del CDH, en junio.
India, el vecino más cercano y con amplios lazos con Sri Lanka, reconoció que se necesita hacer más para avanzar hacia una reconciliación genuina dentro de la sociedad ceilandesa, pero también consideró que la resolución tenía un enfoque intrusivo, por lo que prefirió abstenerse en la votación.
Una investigación internacional es vista como el reconocimiento del fracaso -desde el fin del conflicto interno, hace casi cinco años- del Gobierno de Sri Lanka en garantizar justicia y la rendición de cuentas ante los tribunales.
Una feroz ofensiva militar contra los Tigres Tamiles terminó con tres décadas de conflicto, pero a un costo que reconocidas organizaciones defensoras de los derechos humanos han calculado hasta en 40.000 vidas perdidas.
La resolución señala que una investigación imparcial es necesaria "por la ausencia de un proceso nacional creíble con resultados tangibles", en referencia a las investigaciones dispuestas por el Gobierno ceilandés, que concluyeron que fueron los rebeldes tamiles los únicos que violaron las normas internacionales.
El texto, impulsado por Estados Unidos y Reino Unido, y que fue suavizado para recibir el apoyo del mayor número de países, encarga al Alto Comisionado de la ONU de Derechos Humanos una investigación integral de los crímenes perpetrados tanto por las fuerzas gubernamentales como por los insurgentes tamiles.
Algunas delegaciones que apoyaron la investigación recordaron que el CDH aprobó en los dos últimos años sendas resoluciones instando al Gobierno de Sri Lanka a ordenar investigaciones imparciales, lo que no se produjo.
La resolución aprobada hoy reconoce que las autoridades de Sri Lanka han cooperado con mecanismos de la ONU especializados en derechos humanos, pero recalca que se siguen denunciando abusos de los derechos fundamentales.
Menciona, en particular, desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias, torturas, violencia de género y atentados contra las libertades de expresión, asociación y manifestación.
Asimismo, señala el aumento reciente de casos de ataques contra miembros de minorías religiosas, sobre todo de hindúes, musulmanes y cristianos.
Estados Unidos mencionó, durante el debate, la reciente detención de reconocidos defensores de los derechos humanos y periodistas que se habían entrevistado con representantes de la ONU o diplomáticos de países occidentales.
Según la presidencia del CDH, la realización de esta investigación costará más de un millón de dólares.