Durante su intervención en la apertura de la edición número 24 de la cumbre ordinaria árabe en Doha, el jefe de la Coalición Nacional Siria llamó a “los países hermanos y amigos” a ayudar a la oposición a “ocupar el asiento de Siria en la ONU y en las organizaciones internacionales”.
Por otro lado, Jatib afirmó que “el pueblo sirio elegirá a la persona que lo dirigirá y la manera en que será gobernado y ningún país extranjero lo hará en su lugar”.
Previamente, el emir de Catar, el jeque Hamad ben Jalifa al-Thani, había invitado al jefe de la Coalición Nacional Siria y al primer ministro interino, Ghassan Hitto, a sentarse junto a los jefes de Estado árabes.
La bandera de la revolución siria sustituyó a la del régimen de Damasco en la sala en la que se inauguró esta cita anual de los jefes de Estado árabes.
En su discurso, el emir de Catar pidió “una solución política en Siria, con la condición de que no suponga una vuelta atrás”, y descartó que el régimen de Bashar al-Asad siga en el poder.
El emir justificó la concesión a la oposición del asiento de Siria, vacío desde 2011, por “la legitimidad que goza en Siria y el apoyo que tiene en el exterior”.
Decenas de países y de organizaciones internacionales consideran a la Coalición Nacional como la representante legítima del pueblo sirio.
Además del conflicto sirio, la cumbre también tratará el proceso de paz en Oriente Medio, estancado desde hace dos años.
Asimismo, los países árabes podrían ser invitados a cumplir con el compromiso adquirido el año pasado de entregar una “red de seguridad” de 100 millones de dólares por mes a la Autoridad Palestina, que atraviesa graves dificultades presupuestarias.
Los países árabes, sometidos a una creciente presión desde el inicio de la Primavera Árabe, decidieron tras una cumbre económica en enero acabar antes de finales de 2013 la puesta en marcha de una gran zona de libre comercio árabe, aprobada en 1998, con la esperanza de eliminar progresivamente las barreras aduaneras y crear un mercado común.