La Haya. La Autoridad Palestina solicitó participar en el proceso iniciado por Sudáfrica contra Israel por “genocidio” en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), según un documento del tribunal publicado este lunes.
Sudáfrica llevó el caso ante este tribunal con sede en La Haya el año pasado y sostiene que la operación israelí en Gaza constituye un “genocidio”, algo que Israel niega rotundamente.
Hasta el momento, los palestinos solo enviaron a altos representantes a la máxima instancia judicial de la ONU en La Haya para seguir las audiencias.
Sin embargo, la Autoridad Palestina, que ejerce una autoridad limitada en Cisjordania ocupada, solicitó el viernes a los jueces poder unirse a la demanda de Sudáfrica, afirmando que tiene un especial “interés de naturaleza jurídica que puede verse afectado por la decisión del caso”.
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“El 31 de mayo, el Estado de Palestina presentó a la secretaría de la Corte una solicitud de autorización para intervenir y una declaración de intervención”, informó la CIJ en un comunicado.
El tribunal, creado tras la Segunda Guerra Mundial, es responsable de litigios entre Estados.
En 2012, la Asamblea General de la ONU otorgó a los palestinos el estatuto de Estado observador en las Naciones Unidas. En su petición, las autoridades palestinas también destacaron que firmaron la Convención sobre el Genocidio de la ONU en 2014.
La CIJ ordenó el viernes a Israel garantizar el “acceso sin trabas” a los investigadores de la ONU encargados de examinar las denuncias de genocidio.
En una sentencia del 26 de enero, la corte ordenó a Israel tomar todas las medidas posibles para evitar actos de genocidio durante su operación militar en Gaza.
Desde entonces, Sudáfrica argumentó varias veces ante la CIJ que la grave situación humanitaria en Gaza obliga al tribunal a dictar nuevas medidas de emergencia.
El 24 de mayo, el tribunal ordenó a Israel detener “inmediatamente” su ofensiva militar en Rafah y mantener abierto el paso fronterizo homónimo para la entrada “sin obstáculos” de ayuda humanitaria.
También solicitó la liberación “incondicional” de rehenes secuestrados por el movimiento islamista palestino Hamás durante su ataque del 7 de octubre en Israel, que desencadenó la guerra en Gaza.
Las decisiones de la CIJ son jurídicamente vinculantes, aunque el tribunal carece de medios para hacerlas cumplir.
Los jueces analizarán ahora la petición palestina.