La Habana / Miami AP, EFE y AFP Cuatro empresas estadounidenses anunciaron el lunes inversiones en Cuba, confirmando así lo dicho por el presidente Obama a pequeños empresarios de la Isla: la economía cubana “está empezando a cambiar”.
Hasta el controversial líder de la contienda por la nominación presidencial republicana, Donald Trump, dijo que consideraría la posibilidad de abrir un hotel en Cuba bajo ciertas condiciones. “Tiene cierto potencial”, dijo a CNN.
Es el mismo potencial que avisoran Google, Western Union, Carnival y Booking.com, empresas que anunciaron la intensificación o el inicio de su actividad en Cuba.
Carnival, la línea de barcos de crucero más grande del mundo, anunció que obtuvo la aprobación cubana para operar viajes de intercambio cultural a la Isla a partir de mayo.
Con poca oferta de hoteles en Cuba, Fathom, la nueva marca de Carnival Corp., ofrece otra opción. Un barco para 704 pasajeros visitará inicialmente puertos en La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba.
La embarcación es pequeña para la industria: la mayoría de los barcos de crucero transporta 3.000 pasajeros. No habrá casino ni espectáculos tipo Broadway. En su lugar, los turistas deben pasar al menos ocho horas cada día involucrados en algún tipo de experiencia cultural.
Remesas. Por su parte, la compañía Western Union, una de las principales casas de envío de remesas del mundo, le dio la bienvenida a la normalización de las relaciones con Cuba y las nuevas normas que permiten el uso del dólar y asegura que espera ampliar completamente sus servicios a finales del 2016.
Un millón y medio de cubanos viven fuera de la Isla, la inmensa mayoría en Estados Unidos, y aunque las autoridades no ofrecieron cifras del ingreso de remesas, se estima que alcanzan unos $2.800 millones anuales, casi lo mismo que el turismo.
Internet. En tanto, Google anunció la apertura de un centro tecnológico de última generación en el estudio de uno de los artistas más famosos de Cuba, que ofrecerá acceso gratuito a Internet a una velocidad 70 veces mayor a la actual. El presidente Obama dijo que el emprendimiento de Google en Cuba es parte de un plan más amplio para mejorar el acceso a Internet en la Isla.
El gigante de la tecnología estadounidense ya construyó el estudio, equipado con portátiles, celulares y decenas de lentes de realidad virtual en el estudio de Alexis Leiva Machado, un escultor conocido como Kcho.
El proyecto, que potencialmente es de gran alcance, tiene una enorme importancia simbólica en un país que ha mantenido durante mucho tiempo un estricto control del acceso a Internet de los ciudadanos.
Finalmente, la compañía Booking.com, del grupo Priceline, firmó un acuerdo con Cuba por el que será la primera empresa estadounidense de reservas de hoteles en línea que opera en la Isla.
Los hoteles cubanos comenzarán a estar disponibles en abril solo para los ciudadanos estadounidenses.
Los primeros hoteles que estarán disponibles para hacer reservas en línea serán de la capital, pero la firma planea expandir su oferta a otros puntos turísticos de la isla.
“Después de que el Gobierno de Estados Unidos suavizó las restricciones de viaje (a la isla), comenzamos a trabajar inmediatamente con el Gobierno cubano, las autoridades de turismo y nuestros socios locales para ser la primera plataforma que permite a viajeros reservar y confirmar con solo apretar una tecla”, explicó en un comunicado el director para América, Todd Dunlap.
Este anuncio se suma al que ayer hizo la empresa estadounidense de alquiler de viviendas particulares Airbnb, que informó de una ampliación de su licencia por la que turistas de todo el mundo, y no solo de EE. UU., podrán alojarse en las 4.000 residencias que tiene en Cuba.
El anuncio de Airbnb llegó un día después de que el grupo estadounidense Starwood firmara con Cuba un acuerdo para operar dos hoteles en La Habana, el primer acuerdo bilateral con una empresa de EE. UU. desde 1959.
Se trata en ambos casos de licencias especiales emitidas por el Gobierno de Estados Unidos ante su imposibilidad de levantar unilateralmente el embargo comercial y económico con Cuba, algo que solo puede hacer el Congreso.