Ginebra. AFP. Los jefes de la diplomacia estadounidense e iraní mantuvieron “intensas negociaciones” ayer para sellar, antes de la fecha límite del 30 de junio, un acuerdo histórico sobre el programa nuclear de Teherán, pese a la negativa de este último a permitir una inspección de sus instalaciones militares.
Kerry y Zarif pasaron seis horas encerrados con sus delegaciones y la representante de la Unión Europea (UE), Helga Schmid, en un palacio de la ciudad suiza, en un ambiente visiblemente distendido.
Ambas partes mantuvieron una “discusión completa sobre todos los temas” relativos al programa nuclear iraní, comentó un alto representante del Departamento de Estado.
“Nos hemos comprometido a trabajar para reducir las diferencias y para respetar el calendario (inicial) que habíamos fijado”, afirmó este diplomático norteamericano. Estaba previsto que la delegación iraní abandonara Ginebra por la noche.
Concluir un acuerdo final con Irán sobre el programa iraní es una prioridad para el presidente estadounidense, Barack Obama, y forma parte de un ambicioso plan para la reconciliación entre Washington y Teherán, con el objetivo de apaciguar los conflictos en Oriente Medio.
Desde el 2013, las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania) negocian con Teherán la forma de supervisar las ambiciones nucleares iraníes, a cambio de que se levanten las sanciones contra el país.
Contrarreloj. Después de que las partes lograran un acuerdo provisional en noviembre del 2013 y un acuerdo de principios el 2 de abril, los negociadores tienen hasta el 30 de junio para sacar adelante un texto completo y definitivo que selle el compromiso.
Interrogado por un periodista sobre la posibilidad de firmar un pacto en el plazo previsto antes de la reunión, Zarif dijo con una sonrisa: “vamos a intentarlo”, mientras Kerry guardó silencio.
También antes de iniciarse el encuentro, un alto negociador iraní manifestó que su país “rechaza la inspección de instalaciones militares” y que sus científicos sean interrogados.
“El interrogatorio de nuestros científicos está definitivamente descartado y la inspección de las instalaciones militares también”, declaró Abas Araghchi, quien defendió así el punto del guía supremo iraní, Alí Jamenei, quien rechazó las inspecciones.
Mientras tanto, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), encargada de aplicar un eventual acuerdo entre Irán y las grandes potencias, considera que debería tener acceso a todas las instalaciones nucleares de ese país, incluso las militares, afirmó su director general, Yukiya Amano, el 24 de mayo.
Las inspecciones, destinadas a garantizar el carácter pacífico del programa, son uno de los puntos espinosos de las negociaciones en curso .
Irán , cuyo controvertido programa nuclear es motivo de fuertes tensiones diplomáticas desde hace más de una década, negocia arduamente con las grandes potencias, por un lado, y con la AIEA, por otro.
Teherán y el grupo 5+1 esperan llegar a un acuerdo histórico antes de fines de junio . Se trata de garantizar el carácter exclusivamente civil del programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento de las sanciones que pesan sobre el país.