Washington. AFP. Estados Unidos se sacó de encima ayer un enorme obstáculo en el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, al retirar a ese país de la polémica lista de países que promueven el terrorismo, coincidieron en señalar diversos analistas.
El viernes, el Departamento de Estado anunció que, al final de un proceso iniciado por determinación del presidente Barack Obama en diciembre pasado , no había razones para mantener a Cuba en la lista y rescindió la designación de ese país como promotor de terrorismo.
“El anuncio simplemente removió al mayor obstáculo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba ”, opinó Marc Hanson, especialista del grupo de reflexión Washington Office on Latin America (WOLA) .
Para el especialista, con Cuba fuera de la mencionada lista se pueden “esperar otros cambios. Los dos países deberían anunciar, en las próximas semanas, un acuerdo para reabrir sus embajadas y retomar relaciones diplomáticas”.
En la visión de Hanson, la decisión estadounidense de completar el proceso de revisión y retirar a Cuba de esa lista ayuda a actualizar “el enfoque de Estados Unidos” en su relación hacia toda América Latina a partir de las realidades del siglo XXI.
Otro experto de WOLA, Geoff Thale, consideró que aquella decisión es “un paso que llega muy atrasado”.
“Retirar a Cuba de esa lista pone punto final a una barrera de larga data en nuestras relaciones, y pavimenta el camino para que las dos partes discutan sus diferencias sin las vendas de la Guerra Fría ”, declaró.
Para el especialista Lawrence Ward, la decisión anunciada “remueve un obstáculo significativo” en el proceso de recomposición de las relaciones entre Washington y La Habana.
El embargo estadounidense a Cuba , codificado en diversas leyes, “permanecerá intacto, pero esta remoción puede abrir la vía a otros cambios monumentales en las sanciones y restricciones”, expresó.
Ward recordó que las entidades bancarias estadounidenses o con operaciones en Estados Unidos podrán ahora “adquirir tranquilidad” para establecer relaciones con Cuba.
La Sección de Intereses de Cuba en Washington (que en algún momento volverá a ser la Embajada en Estados Unidos) pasó más de un año sin disfrutar de servicios bancarios, ante los temores que las restricciones vigentes inspiraban en los bancos.
Desde el punto de vista económico, Jason Marczak, del grupo Atlantic Council , dijo que la permanencia de Cuba en esa lista era “una nube negra” sobre los esfuerzos de reaproximación entre los dos países.
“Este es apenas un paso, pero un paso críticamente importante, en la forja de una nueva relación bilateral”, señaló. “Es de interés de Estados Unidos impulsar el crecimiento de empresarios y el desarrollo de capital humano en Cuba”, añadió.
Pero una voz disonante surgió de un aliado político del presidente Obama, el senador de origen cubano Robert Menéndez, un férreo opositor a cualquier tipo de entendimiento con La Habana.
“Esta política peligrosa y equivocada está causando que Estados Unidos comprometa valores fundamentales”, sostuvo Menéndez en una nota oficial, donde agregó que la decisión de sacar a Cuba de la lista era “terriblemente desconcertante”.