Roma. AFP y AP. Una campaña mundial para combatir la obesidad y a favor de una nutrición sana y “sostenible”, pusieron en marcha el miércoles la FAO y la OMS, con el objetivo de atacar los malos hábitos de alimentación y el hambre en el mundo.
2,8%
Impacto en producción mundial
30%
de personas con sobrepeso en el mundo
15%
costo de salud en países desarrollados
“Parte de nuestro desequilibrado mundo muere aún de hambre y la otra parte se ceba hasta la obesidad, hasta tal punto que la esperanza de vida vuelve a retroceder”, destacó Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al inaugurar la Segunda Conferencia Internacional sobre la Nutrición , que tiene lugar en Roma.
La jornada de ayer escuchó el reclamo del papa Francisco por una distribución más justa de la riqueza mundial para los pobres y hambrientos, pues el acceso a la comida es un derecho humano básico que no debería estar sujeto a la especulación de los mercados ni a la búsqueda de beneficios.
“Pedimos dignidad, no caridad” , manifestó Francisco a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) .
“ También es doloroso ver que la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por las prioridades del mercado, por la primacía del beneficio, que ha reducido los alimentos a una mercancía, como otra cualquiera, sujeta a especulación, incluso financiera “, denunció.
Otro panorama. Previamente y ante los ministros y representantes de 190 países, de empresas privadas y miembros de la sociedad civil, los directores de la OMS, Margaret Chan, y de la FAO, José Graziano da Silva, reconocieron que el estado nutricional de la población en todo el planeta ha cambiado significativamente en las últimas dos décadas.
“El sistema alimentario no funciona más por la dependencia que existe de la producción industrial, que es cada vez menos cara y más mala para la salud”, denunció Chan.
En las grandes ciudades de África, Asia y América Latina resulta más económico importar alimentos procesados por grandes industrias, con etiquetas pocos claras, que hacer llegar productos frescos cultivados a pocos kilómetros.
“Hay que pedir que preparen platos menos llenos de grasa, menos dulces, menos salados; en sustancia, más equilibrados”, expuso Chan en rueda de prensa.
Por su lado, el titular de la FAO afirmó: “No sabemos exactamente lo que contiene la botella o la lata que compramos. El etiquetado es un sector que debe ser reglamentado. Hay que educar a la gente a leerlo. En el pasado las abuelas enseñaban a comer bien, decían hay que comer verduras y tomar leche. Ahora nadie lo dice. Seguramente no será la publicidad de la televisión”.
La introducción de una reglamentación más estricta para las industrias de alimentos es uno de los temores del sector, según reconoció John Connelly, representante de la industria pesquera, quien asiste a la conferencia.
Ante el problema de la “mala nutrición” –que afecta a 2.000 millones de personas– y de la obesidad – 500 millones de adultos y 42 millones de niños–, la FAO y la OMS abogaron por “un proyecto común de acción mundial”, por medio de una colaboración entre los Gobiernos, el sector privado, la sociedad y las comunidades.
Esa “acción colectiva” debe pasar por políticas de nutrición que promuevan “una alimentación diversificada, equilibrada y saludable en todas las etapas de la vida”, según aprobó la conferencia el miércoles .
Los países signatarios se comprometieron también a presentar y a responder con resultados, un requisito que nunca había sido exigido y que insta a los Estados a “elaborar o revisar los planes nacionales de nutrición”.
“Los países tienen la creatividad para trabajar junto con la sociedad civil, la comunidad científica y el sector privado para encontrar buenas soluciones”, aseguró Chan.
“Tenemos la responsabilidad de transformar estos compromisos en resultados concretos”, reconoció Da Silva.
Los debates y mesas redondas continuarán hoy en la sede del organismo rector de la ONU sobre agricultura y alimentación.