Lausana, Suiza. EFE. A pocos días de vencer el plazo establecido, Estados Unidos e Irán coincidieron ayer en que aún faltan “duras decisiones” para poder alcanzar un acuerdo sobre el polémico programa nuclear iraní .
“Tenemos duras negociaciones y hay diferencias que vamos a resolver”, afirmó el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, ante los periodistas, al margen de la última y decisiva ronda de negociaciones en Lausana, Suiza.
Si bien el negociador iraní admitió que las partes se están moviendo hacia un acuerdo, advirtió de que “eso depende de si hay una voluntad política de elegir entre la presión y un acuerdo”.
“Aún tenemos que hacer bastante y estamos trabajando duro”, concluyó Zarif.
Por su parte, un negociador estadounidense manifestó a la prensa, bajo la condición del anonimato, que Washington espera para los próximos días que Irán tome “duras decisiones” para hacer posible un acuerdo.
“Las conservaciones de ayer (jueves) y hoy (ayer) fueron duras y muy serias. Estamos en un punto de las discusiones en que realmente necesitamos ver que se tomen ciertas decisiones. Vamos a comprobar si eso es realmente posible en los próximos días”, señaló la fuente.
“Esperamos que el hecho de que el presidente (iraní, Hasán) Rohaní haya escrito a los jefes de Estado del G5+1 sea una señal de que Irán está lista para tomar algunas de esas duras decisiones que se requieren como parte de un acuerdo global”, declaró el negociador estadounidense.
Jornada ardua. La jornada fue intensa ayer, con múltiples encuentros bilaterales y multilaterales, y se esperaba una reunión plenaria de todos los miembros del Grupo 5+1 al final del día.
Primero se reunieron los principales negociadores del acuerdo, Estados Unidos e Irán, en un encuentro en el que participaron ambas delegaciones y que también contó con la presencia de la directora política del Servicio Exterior Europeo, Helga Schmid.
Cuando dicha reunión acabó, prosiguieron de forma bilateral el director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, y el secretario de Energía estadounidense, Ernest Moniz, que han encabezado las negociaciones técnicas en las últimas semanas, lo que ha permitido avanzar en este aspecto.
Los negociadores se han propuesto lograr un acuerdo antes del próximo martes, 31 de marzo, para, en caso de éxito, tener otros tres meses destinados a limar los aspectos técnicos antes del 30 de junio, fecha límite establecida.
El proceso obtuvo el jueves un espaldarazo de Rohaní, quien llamó personalmente a los presidentes de Francia y Rusia, François Hollande y Vladimir Putin, así como al primer ministro británico, David Cameron, y escribió al mandatario estadounidense, Barack Obama, para expresarles la voluntad de su país de alcanzar un acuerdo.
Focos de discrepancia. El presidente iraní insiste en que quiere que el acuerdo incluya un levantamiento automático de las sanciones que pesan sobre la maltrecha economía iraní, muy dañada por dichas medidas punitivas, algo en lo que no hay consenso entre las seis potencias.
Precisamente, un negociador iraní recordó ayer que los temas aún sin resolver son las sanciones y la investigación y el desarrollo (I+D) nuclear en su país.
Los puntos centrales de la negociación tienen que ver con las instalaciones de enriquecimiento de uranio y producción de plutonio que tiene Irán, las reservas de uranio que se le permitiría tener, el nivel de I+D nuclear que podría mantener y la duración de las limitaciones impuestas al programa atómico iraní.
Finalmente, también existe desacuerdo sobre el alcance de las inspecciones y verificaciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Irán.
Las seis grandes potencias que negocian con la República Islámica quieren asegurarse de que el programa nuclear iraní no tenga la capacidad de desarrollar armas atómicas .
El grupo internacional está compuesto por las cinco potencias del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con derecho a veto (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia), más Alemania.
Desde hace dos años, las partes negocian una solución pacífica a esta disputa nuclear.
Irán asegura que sus actividades nucleares son solo pacíficas, algo que la agencia de nuclear de Naciones Unidas no ha logrado confirmar en más de una década de inspecciones y verificaciones.