Las nuevas denuncias a las que se refiere Ban incluyen casos que se registraron entre el 2013 y el 2015, y fueron dadas a conocer inicialmente el 25 de marzo por la Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (Minusca).
De acuerdo con la información recabada por Naciones Unidas, la “gran mayoría” de los casos denunciados afectaron a menores de edad, y los cascos azules supuestamente involucrados fueron aportados por Burundi y Gabón.
El portavoz de Ban, Stéphane Dujarric, dijo el jueves en su rueda de prensa diaria que el secretario general estaba “conmocionado hasta la médula” por estas nuevas denuncias, que se suman a otras que ha recibido Naciones Unidas.
El trabajo de esta, agregó el portavoz, se enfocará “en las víctimas, mujeres y niños, que han sido traumatizadas”.
Dujarric no aportó cifras precisas sobre estos nuevos casos, que se registraron en la provincia de Kemo y en los que participaron supuestamente fuerzas de cascos azules, otras tropas no ligadas a Naciones Unidas y grupos armados de la región.
La Organización de las Naciones (ONU) recibió, el año pasado, 99 denuncias sobre su personal por abusos sexuales, en la mayoría de los casos en operaciones de paz desplegadas en la República Democrática del Congo (RDC) y en la República Centroafricana.
El portavoz dijo que también había datos de dos denuncias más recientes, de comienzos de esta semana, aunque aclaró que se está recabando información al respecto tanto del lugar donde surgieron, como de las tropas de paz involucradas.
La ONU se comprometió a “políticas de tolerancia cero” y anunció la creación de un fondo para ayudar a las víctimas, que servirá para proveer asistencia médica, legal y psicológica.