Ciudad del Vaticano. AFP. La congregación ultraconservadora Legionarios de Cristo rompió ayer con su pasado marcado por la pederastia de su fundador, el mexicano Marcial Maciel , y sueña con renacer de la mano del papa Francisco, empeñado en limpiar los escándalos de la Iglesia.
Con una petición colectiva de “perdón”, por “los comportamientos graves y objetivamente inmorales” cometidos por Maciel, tras una serie de reuniones extraordinarias en Roma, el movimiento, presente en casi toda América Latina, intenta “iniciar una nueva etapa” después de estar al borde de la disolución por haber protagonizado uno de los mayores escándalos de la Iglesia.
“Queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado (Maciel) como propios escritos publicados por terceros”, sostiene la petición oficial de perdón, en la que expresa “solidaridad” con las víctimas.
El comunicado se divulgó un día después de que el Comité para los Derechos del Niño de la ONU condenó al Vaticano por el encubrimiento por décadas de sacerdotes que abusaban de menores –-como ocurrió con Maciel–, una de las condenas más duras que ha recibido la Iglesia católica por parte de una entidad internacional.
La congregación conservadora, que inició a principios de enero en Roma una serie de reuniones extraordinarias para decidir su futuro, se convierte así en el emblema de la actitud de la Iglesia liderada por el papa argentino Francisco frente a la pederastia de los curas.
El pedido de perdón no solo rompe con su fundador y líder carismático, fallecido a los 88 años en el 2008; también reconoce y condena la actitud de sus máximos responsables con las víctimas, por haberlas desoído.
Unos 60 delegados asisten en Roma a la asamblea extraordinaria de la congregación, llamada Capítulo General Extraordinario, que eligió como nuevo director general al mexicano Eduardo Robles Gil, de 61 años, uno de los miembros de la comisión de acercamiento a las víctimas de Maciel.
“Se trata a la vez de un final y de un nuevo inicio”, declaró Robles, cuyo nombramiento fue sometido a la aprobación de Francisco.
Con la designación de Robles y nuevos directivos, se concluye el mandato del cardenal Velasio de Paolis, designado “comisario” de los legionarios por el papa emérito Benedicto XVI como consecuencia de los escándalos.