Nueva York. El cardenal estadounidense Bernard Law, implicado en un enorme escándalo de sacerdotes pedófilos en Estados Unidos, falleció este miércoles a los 86 años luego de una larga enfermedad, suscitando reacciones amargas de las víctimas y la presentación de excusas por parte de su sucesor.
A comienzos del 2002, el cardenal Law, por aquel entonces arzobispo de Boston, reconoció haber protegido a un sacerdote, Paul Shaney, contra el cual existían numerosas pruebas de abuso sexual de niños, y fue acusado de trasladar a otro cura, John Geoghan, de parroquia en parroquia pese a saber que era sospechoso de haber abusado de hasta 130 niños.
Debido al escándalo, Law abandonó el arzobispado de Boston pero fue posteriormente nombrado arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor en Roma.
È morto a 86 anni il cardinale statunitense Bernard Francis Law. Dal 1984 al 2002 era stato arcivescovo di Boston
— L'Osservatore Romano (@oss_romano) December 20, 2017
En 2002, una investigación del diario Boston Globe permitió revelar cómo la jerarquía católica local, con el cardenal Law a la cabeza, cubrió de forma sistemática, y a menudo cínica, los abusos sexuales cometidos por unos 90 sacerdotes en Boston y sus alrededores durante varias décadas.
Por estos artículos los periodistas que llevaron a cabo la investigación ganaron el prestigioso premio Pulitzer y cientos de víctimas acabaron testificando.
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El papa Francisco lamentó este miércoles la muerte de Law en un mensaje en el que evitó mencionar el escándalo. “Elevo oraciones de sufragio para que el Señor, rico de misericordia, lo acoja en la paz eterna”, escribió en un telegrama divulgado por el Vaticano.
Una gran asociación de víctimas de abusos cometidos por sacerdotes, The Survivors Network of Those Abused by Priests, reaccionó con amargura, señalando la doble traición del Vaticano, que le acogió en Roma.
“No hay palabras para expresar el dolor que los supervivientes y sus allegados han sufrido”, declaró Joelle Casteix, responsable regional de la asociación. “Solo podemos esperar que el Vaticano tenga en cuenta a esos supervivientes en la hora de su funeral”.
Spotlight, una película independiente que ganó el Oscar al mejor filme en el 2016, retomó la investigación del Boston Globe dando voz a los supervivientes.
Grandes escándalos de pederastia sacudieron a la Iglesia católica a principios de los años 2000, desde México a Alemania, pasando por Irlanda, donde un único cura reconoció haber abusado sexualmente de más de cien niños.
El sucesor de Law a la cabeza de la diócesis de Boston, Sean Patrick O’Malley, reconoció que su muerte removía “un gran abanico de emociones” y ofreció a las víctimas “mis excusas sinceras por el mal causado, mis oraciones ininterrumpidas y mi promesa de que el arzobispado les apoyará en sus esfuerzos para lograr la sanación”, según un comunicado.
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O’Malley, que fue nombrado a la cabeza de una comisión del Vaticano encargada desde hace tres años de hacer recomendaciones para prevenir los casos de pederastia, se reunió con las víctimas de los sacerdotes pedófilos cuando fue nombrado, el 1°. de julio del 2003, y vendió la residencia del arzobispado para financiar su indemnización.
Nacido el 4 de noviembre de 1931 en la localidad mexicana de Torreón, Bernard Law, cuyo padre era coronel de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, creció en bases militares y estudió historia medieval en la Universidad de Harvard. Comenzó los estudios religiosos en 1953 y fue ordenado sacerdote en Misisipi en 1961.
Tras su dimisión como arzobispo de Boston, la polémica alrededor de su figura continuó ya que obtuvo la nacionalidad vaticana y fue nombrado arcipreste de Santa María la Mayor en Roma.
Según un informe del ministerio de Justicia del estado de Massachusetts, en la diócesis de Boston, con más de dos millones de católicos, más de 1.000 niños fueron víctimas de abusos sexuales por parte de 237 sacerdotes durante 60 años.
Aunque el papa Francisco declaró la “tolerancia cero” con los casos de pedofilia, se le ha acusado de ser demasiado blando con los pederastas, al incluirlos en la política general de misericordia que promueve en toda la iglesia y promover a obispos que fueron acusados de encubrir a sacerdotes pedófilos.
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El cardenal australiano George Pell, número tres del Vaticano, fue inculpado a finales de junio de “delitos de agresiones sexuales antiguas”, según la policía australiana.
Pell fue retirado del cargo “provisionalmente” para que haga frente a la justicia de su país. Acusado en el 2002 de abusos sexuales presuntamente muy antiguos, fue absuelto por la justicia y el papa Francisco lo designó en el 2014 para dar mayor transparencia a las finanzas del Vaticano.