Naciones Unidas. AFP. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó este miércoles a “no explotar el miedo” ante la crisis migratoria en Europa.
Al abrir una cumbre sobre el tema en la sede del organismo en Nueva York, Ban pidió a los líderes y representantes de unos 70 países a “progresar con creatividad, compasión y valentía” ante lo que consideró “ la peor crisis de migrantes ” desde la Segunda Guerra Mundial.
“El futuro no pertenece a aquellos que buscan construir muros y explotar el miedo”, dijo el secretario general, quien el lunes había pedido a Europa “hacer más” para ayudar a los millones de inmigrantes que llegan a sus tierras procedentes de Oriente Medio y África.
Sin embargo, de inmediato llegó la voz disonante del primer ministro húngaro, Víktor Orban, quien advirtió de que Europa será “desestabilizada” si continúan los flujos de personas.
“Si no hay cambios en la situación actual, Europa será desestabilizada”, dijo Orban, cuyo país se halla en el centro de la ruta que va desde Oriente Medio a Alemania, destino final de muchos de los refugiados y migrantes.
Hungría instaló una alambrada de 175 kilómetros a lo largo de su frontera con Serbia y comenzó a cerrar los 41 kilómetros de su límite verde –no bordeado por el río Drava– con Croacia.
Naciones Unidas busca ayudar a 60 millones de desplazados por los conflictos, de los cuales cuatro millones de ellos han huido de la guerra en Siria.
Un récord de entre 270.000 y 280.000 migrantes llegaron a Alemania en setiembre , más que en todo el 2014, según cifras de la autoridades regionales de Baviera.
Peticiones. Primera voz latinoamericana en la reunión, la canciller mexicana, Claudia Ruiz, pidió una “mejor protección” de los derechos de migrantes y refugiados, que “viven situaciones de rechazo, discriminación y abuso”.
“Millones de migrantes necesitan una respuesta colectiva y efectiva, una respuesta global que debe surgir de las Naciones Unidas”, agregó. Dijo que México tiene experiencia al respecto por ser país de tránsito, origen y regreso de migrantes.
De su lado, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, empleó su discurso para pedir una rápida acción que dé a los desplazados sirios “seguridad en su tierra”, libre de bombardeos aéreos del régimen de Bashar al-Asad.
Este año, un total de 522.000 migrantes [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150930_0012]]llegó a Europa[[END:INLINEREF]] por medio del mar Mediterráneo.
De esa cifra, casi 383.000 desembarcaron en Grecia y el resto en Italia. Cerca de 3.000 migrantes murieron o desaparecieron durante la travesía, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).