Washington. La cumbre del 75 aniversario de la OTAN, que debía exhibir en Washington el triunfo de una alianza más grande y fuerte, estará empañada por la incertidumbre en torno a la guerra en Ucrania y la sombra de Donald Trump, candidato a la presidencia en Estados Unidos.
El anfitrión será el presidente estadounidense, Joe Biden, quien enfrenta una difícil situación política tras un debate desfavorable con el candidato republicano, un conocido escéptico de la OTAN.
Biden recibirá a los dirigentes de la alianza transatlántica de 32 naciones durante tres días a partir del martes. También invitó a los líderes de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, una señal del creciente papel de la OTAN en Asia frente a una China en ascenso.
La estrella de la cumbre será el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cuyo país no integra la alianza.
La OTAN, fundada en 1949 para proporcionar defensa colectiva contra la Unión Soviética, retomó su misión original al unirse los aliados en defensa de Ucrania tras la invasión rusa en 2022.
Ucrania contó con la ayuda de la mayor parte de Occidente y esperaba derrotar a Rusia en poco tiempo. Pero las tropas rusas siguieron avanzando en el este del país.
Un funcionario europeo reconoció que el ambiente previo a la cumbre de la OTAN se volvió “sombrío”.
“Esta cumbre será muy diferente de los planes iniciales porque se celebra en un momento crítico para la seguridad europea”, dijo el funcionario, que ha pedido el anonimato. “Rusia se encuentra hoy en una situación bastante cómoda. Creen que simplemente pueden esperar”, afirmó.
Cumbre de OTAN se celebra a la sombra de Donald Trump
Max Bergmann, director del programa Europa, Rusia y Eurasia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, estima que la cumbre llega en “el mejor de los momentos, y en el peor de los momentos”.
“Es el mejor de los momentos, en el sentido de que la Alianza sabe cuál es su objetivo: disuadir a Rusia. Los miembros de la Alianza están aumentando sus gastos”, afirmó.
“Pero también es algo así como el peor de los tiempos, obviamente debido a la guerra en Ucrania, los desafíos de aumentar el gasto en defensa en Europa y las preocupaciones sobre la fiabilidad de Estados Unidos”, explicó.
Trump, quien en el pasado expresó su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin, criticó durante mucho tiempo a la OTAN, a la que considera una carga injusta para Estados Unidos, que gasta mucho más que cualquier otro aliado en este mecanismo.
El republicano, que aventaja ligeramente a Biden en las encuestas, asegura que puede detener la guerra, y sus asesores plantearon la posibilidad de condicionar la futura ayuda estadounidense a que Ucrania entable negociaciones para ceder territorio.
En Francia, donde el presidente Emmanuel Macron consideró enviar tropas a Ucrania, se enfrenta a su propio escenario político, con difíciles negociaciones entre partidos para formar un nuevo gobierno, tras la inesperada derrota de la extrema derecha en las elecciones legislativas, que no lograron una mayoría absoluta.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, visitó a Putin días después de que su país asumiera la presidencia rotativa de la UE y poco antes de la cumbre de la OTAN.
Esta cumbre también será el debut diplomático para el primer ministro británico Keir Starmer, después de la contundente victoria electoral del Partido Laborista.
OTAN busca ayuda militar para Ucrania
El secretario general saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, lidera los esfuerzos para que la propia alianza, y no solo Estados Unidos, coordine la ayuda militar a Ucrania.
Stoltenberg también busca compromisos de los aliados para proporcionar al menos €40.000 millones ($43.000 millones) anualmente en ayuda militar a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Los diplomáticos consideran que esta medida se toma en previsión de una posible victoria electoral de Trump. Sin embargo, son conscientes de que el apoyo a Ucrania podría verse comprometido sin el respaldo continuo de Estados Unidos, que bajo el gobierno de Biden aprobó $175.000 millones en ayuda militar y otro tipo de ayuda a Kiev.
La cumbre se celebra después de la adhesión de dos países a la OTAN: Finlandia y Suecia.
Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos busca una cumbre sin incidentes y desea evitar las tensiones que surgieron en la reunión del año pasado en Lituania, donde Zelenski no logró convencer a los miembros de la alianza sobre la adhesión de Ucrania.
Las autoridades ucranianas reconocen que Washington no cambiará de opinión al respecto.
Tanto Biden como el canciller alemán Olaf Scholz se oponen a la admisión de un país en guerra, argumentando que integrar a un país en conflicto equivaldría a enfrentarse a una Rusia armada nuclearmente.