La Haya. El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) dio un paso significativo al solicitar la emisión de órdenes de arresto contra altos cargos de Israel y de Hamás, tras los presuntos crímenes de guerra en el conflicto a partir del 7 de octubre. ¿Pero implica esto que los implicados serán juzgados en La Haya?
¿Qué ocurrirá ahora?
El lunes, el fiscal Karim Khan solicitó órdenes de detención contra los dirigentes israelíes y contra tres líderes de Hamás por sospechas de crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad en la Franja de Gaza.
Khan imputó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, delitos como “matar deliberadamente de hambre a civiles”, “homicidio intencionado” y “exterminio y/o asesinato”.
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Los cargos imputados a los líderes de Hamás, el líder de Hamás en Gaza, Yaha Sinwar; el líder político del grupo, Ismael Haniyeh y el estratega militar de Hamás, Mohammed Deif, incluyen “exterminio”, “violación y otros actos de violencia sexual” y “toma de rehenes como crimen de guerra” en Israel y Gaza.
A partir de ahora, un equipo de tres jueces deberá decidir si las pruebas presentadas son válidas para emitir las órdenes de detención. No hay ningún plazo para que este equipo tome una decisión pero, en general, el proceso suele durar por lo menos un mes, aunque podría llevar más tiempo, pues se trata de un caso altamente sensible.
Iva Vukusic, profesora auxiliar de Historia Internacional en la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, señaló que las acusaciones formuladas se basan en “motivos razonables”, algo, según ella, “bastante flojo”. “Espero absolutamente que el fiscal supere este escollo. Ellos no son tontos”, dijo. “Seguro que han preparado su caso a prueba de balas porque si no sería una vergüenza para la fiscalía”, agregó.
¿Serán arrestados?
El tribunal no cuenta con una fuerza policial propia para garantizar la ejecución de sus órdenes de arresto, dependiendo en cambio de la cooperación de los Estados miembros de la CPI.
Los 124 Estados miembros de la CPI están legalmente obligados a cumplir con las órdenes de arresto si las personas afectadas ingresan a sus territorios. Esto podría complicar los viajes de Netanyahu y Gallant. Sin embargo, es importante señalar que el principal aliado de Israel, Estados Unidos, no es parte de la CPI y, por lo tanto, no estaría obligado a arrestarlos.
El paradero de Sinwar y Deif es desconocido, y es poco probable que viajen al extranjero. En cuanto a Haniyeh, se encuentra en el exilio y reside entre Turquía y Catar, dos países que tampoco son parte de la CPI.
A pesar de estas disposiciones legales, los Estados no siempre cumplen con las órdenes de arresto emitidas por la CPI. Un ejemplo es el caso del exdirigente sudanés Omar al Bashir, quien logró viajar a varios países miembros de la CPI, como Sudáfrica y Jordania, a pesar de tener una orden de detención en su contra. Asimismo, el presidente ruso, Vladimir Putin, enfrenta un mandato de arresto de la CPI, pero viajó al extranjero sin ser arrestado, visitando países como Kirguistán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, ninguno de los cuales es parte de la CPI.
No obstante, Putin evitó asistir a una reunión de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) en Sudáfrica, un país que sí forma parte de la CPI y podría haber aplicado la orden.
Según Vukusic, si Netanyahu o Gallant viajaran a alguno de los países de la Unión Europea, la situación sería delicada “porque están obligados a arrestarlos”.
¿Hay algún precedente?
Varios dirigentes políticos y militares fueron juzgados por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
En 2012, la CPI condenó a Charles Taylor, exjefe de guerra liberiano convertido en presidente, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Por otro lado, el expresidente serbio Slobodan Milosevic falleció en su celda en La Haya en 2006, mientras era juzgado por genocidio por el tribunal creado para la ex-Yugoslavia.
El exdirigente serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, fue capturado en 2008 y declarado culpable de genocidio por el mismo tribunal. Su jefe militar, Ratko Mladic, fue detenido en 2011 y condenado a cadena perpetua.
“El proceso judicial es largo y cosas que hoy no son posibles podrían serlo en el futuro”, subrayó Vukusic.
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¿Qué otras opciones hay?
La CPI no tiene la capacidad de juzgar a los sospechosos en ausencia, pero puede avanzar con el caso. Este fue el caso del ugandés Joseph Kony, fundador de la brutal rebelión ugandesa del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), huido de la justicia durante casi 20 años.
En marzo, la CPI, establecida en 2002 para juzgar las peores atrocidades cometidas en el mundo, anunció que en octubre llevaría a cabo una audiencia crucial en ausencia del acusado, si este no hubiera aparecido antes, marcando así un hito en la historia del tribunal.