La Habana. AP y AFP. Los presidentes Raúl Castro, de Cuba, y Barack Obama, de Estados Unidos, se hablaron de frente el lunes y reconocieron que entre sus países persisten “profundas diferencias” sobre democracia, derechos humanos, justicia social y otros aspectos.
Pero en su reunión de más de dos horas en el palacio de la Revolución, los dos coincidieron en que tales discrepancias no deben erigirse en obstáculo s para poner en marcha lo que Obama denominó un “nuevo día” en las relaciones bilaterales, luego de más de medio siglo de desconfianza y hostilidades.
El mandatario estadounidense inició el lunes su primera jornada oficial de la histórica visita a Cuba, adonde llegó el domingo por la tarde.
Antes de reunirse con su anfitrión, Obama fue a la plaza de la Revolución para rendir tributo al prócer de la independencia de la Isla, José Martí, frente a cuyo monumento depositó una ofrenda floral.
Este martes, cuando terminará su estadía en Cuba y partirá hacia Argentina, el mandatario pronunciará un discurso para el pueblo cubano que será transmitido por la televisión del país. Más tarde, asistirá a un juego de béisbol
Para adelante. Las divergencias entre los dos líderes quedaron de manifiesto en una conferencia de prensa conjunta que ofrecieron al final de su reunión.
Obama dijo que planteó a Castro “diferencias muy serias” que su país tiene con Cuba en temas como promoción de la democracia y vigencia de los derechos humanos. Respecto a estos, indicó: “El objetivo del diálogo sobre derechos humanos no es que Estados Unidos le dicte a Cuba cómo debe gobernarse, sino asegurarnos de que tenemos una conversación franca, honesta, sobre este tema”.
Empero, aclaró que este asunto no impedirá el avance de las relaciones. “Tengo muchísimos desacuerdos con los chinos respecto a derechos humanos”, recalcó el visitante.
Respecto al embargo a la Isla, cuyo levantamiento volvió a pedir Castro , respondió que está seguro que terminará, pero no puede decir cuándo.
En una entrevista con la cadena ABC , Obama explicó el cambio de política hacia Cuba. “Le dije (a Raúl Castro) que durante 50 años usaron el discurso de la agresión de Estados Unidos o de sus intenciones de cambiar el régimen como excusa para no permitir la disidencia en Cuba”.
“Pero con la normalización de relaciones esa excusa desaparece. Le dije que no podemos forzar los cambios en Cuba, pero lo que sí podemos hacer y seguiremos haciendo es defender los derechos que consideramos universales”, puntualizó.
Raúl Castro, por su lado, ratificó la diferencia de enfoques.
“Existen profundas diferencias entre nuestros países que no van a desaparecer, pues tenemos concepciones distintas sobre muchos temas, como los modelos políticos, la democracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial”, precisó.
El mandatario cubano elogió las recientes medidas del gobierno de Obama para relajar los controles hacía Cuba , las cuales son “positivas, pero no suficientes” .
“El bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano (...) su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales”.
A Cuba se la critica con frecuencia por detener temporalmente a manifestantes opuestos al régimen de partido único.
El domingo, horas antes del arribo de Obama, la Policía arrestó a decenas de opositores , entre ellos miembros de la organización Damas de Blanco .